Publicado en 22 de julio de 2019, con ocasión del fallecimiento).

Adiós a un grande : Pedrito, el andaluz-gallego que dejó inolvidable recuerdo como jugador y entrenador en el Celta de un tiempo legendario

Era un hombre bueno, una excelente persona. Y no dejó de ser nunca un buen futbolista, no una gran estrella, pero sí un buen futbolista, para pasar después a ser un buen entrenador, especialmente con la Cantera, en donde su labor fue notoria, como formador de jugadores jóvenes, pero al mismo tiempo como formador de personas. Porque Pedro González Carnero, Pedrito -como se le conocía- era de los que creía que había que ser persona, persona y hombre de provecho, antes que futbolista. Y que, desde luego, se podía ser las dos cosas al mismo tiempo. Y era así cómo se afanaba a la hora de trabajar con los jóvenes.
Este domingo del loco julio que nos toca vivir se acaba trayéndonos la noticia de la muerte de uno de los históricos del Real Club Celta : Pedrito.
Por tanto : el ex-futbolista y ex-entrenador del Celta, Pedro González Carnero, Pedrito (nacido en Córdoba, 1940, pero vigués de adopción y sentimiento como tantas veces demostró), ha fallecido a los 79 años.

Fue jugador del Celta durante casi 9 temporadas. Para después ejercer como entrenador en las categorías inferiores y en el filial celeste, el Gran Peña Celtista; pero incluso -en circunstancias muy difíciles- le endosaron dirigir al primer equipo durante una temporada.
Pedrito disputó más de dos centenares de partidos con un Celta que llegó a jugar la Copa de la UEFA, el de los años 70 que enfrentó aquella malhadada eliminatoria frente al Aberdeen.
Aunque afincado desde hace años en Andalucía, visitaba Vigo con frecuencia notable, donde era muy querido y valorado, no solo por sus excompañeros de equipo, sino en general por numerosa ciudadanía que le tenía muy presente por su bonhomía, su gran don de gentes y, desde luego, por el buen recuerdo que aquí dejó como futbolista, como técnico y como gran celtista de corazón, todo un vigués de adopción como antes dijimos .
Había llegado a tal extremo en su amor por el Celta y lo que le rodeaba, que puso a un hijo el nombre de Lucas, en recuerdo del también inolvidable delantero Pichi Lucas, al que Pedrito entrenó y sacó adelante formándole en el Gran Peña; un también legendario Pichi Lucas al que Pedro González Carnero ya en su tiempo de entrenador, quería como si fuese un hijo.
Anécdotas aparte, la muerte de Pedrito nos entristece -no es para menos- cuando le tratamos durante no pocos años de nuestro ejercicio profesional. Pedro González Carnero fue siempre con nosotros un caballero, un ejemplo de respeto hacia los periodistas y su labor profesional, un hombre entrañable que acababa siempre por hacerse querer. Por eso la noticia de su muerte, no solamente nos apena; nos aviva mil y un recuerdos de tiempos inolvidables, de un Celta y sus equipos inferiores en donde los medios no eran los de hoy ni por un asomo; y en los que Pedrito, contra viento y marea, tras haber brillado como jugador, supo como entrenador sacar adelante a no pocos futbolistas que tuvieron luego proyección futura, bien fuese en el Celta, o en otros clubs que se beneficiaron de la labor formadora que este andaluz-gallego realizó siempre con brillante y abnegado empeño. Hoy, los que fueron sus discípulos, los muchos que el entrenó, tienen forzosamente que llorarle porque todos ellos saben, de sobra, que se nos ha ido un verdadero hombre bueno, de pies a cabeza, una excelente persona antes que nada.
Que Dios misericordioso le acoja en su seno y que le otorgue el lugar de descanso eterno que le corresponde entre los grandes. Al fin y al cabo, en toda su vida, hombre bueno y generoso, Pedrito siempre fue un grande. Así nos lo demostró siempre. Descanse en paz.
EUGÉNIO EIROA

Post Scriptum : este apunte de nuestro compañero, periodista, Antonio Díaz, refleja perfectamente 
casi todo de la la trayectoria personal y profesional de Pedrito :
Pedro González Carnero nació en Córdoba el 11 de junio de 1940. Casado con María José Gómez Campos, tuvo cuatro hijos. Fue jugador del Real Jaén, donde estuvo tres temporadas, y luego fichó por el Real Madrid. Después jugó cedido en el Racing de Santander, el Cádiz y nueve temporadas en el Celta, dos de ellas cedido por el club del Santiago Bernabéu.
Entrenó al Gran Peña Celtista, Celta (en Segunda División A), Arosa, Real Jaén, Racing Portuense, San Fernando, Chiclana y Arcos. Fue segundo entrenador en el Cádiz con varios técnicos.
Se acababa de marchar del Cádiz traspasado al Levante el lateral derecho Victoriero y el presidente de entonces del Cádiz, Francisco Márquez Veiga, le había echado el ojo a un lateral que había jugado la temporada anterior en el Racing de Santander cedido por el Real Madrid.
Las gestiones de Márquez Veiga dieron el fruto apetecido y Pedrito llegó cedido al Cádiz CF por dos temporadas. Al finalizar su cesión en el cuadro amarillo, el Real Madrid lo reclamó y lo envió, también cedido, al Celta de Vigo, donde jugó durante nueve temporadas, de ellas dos cedido por el Madrid, que al final decidió traspasarlo al conjunto gallego.
Su estancia en el Celta fue muy positiva, ya que por primera vez el equipo vigués consiguió entrar en una competición europea. En el equipo celeste se retiró. Más tarde llegó a entrenarlo en Segunda División A y al final de un largo período de años en Vigo se instaló en la capital gaditana.

Pedro González Carnero, Pedrito, en sus tiempos de jugador de fútbol