Por Alfredo Costas Villar.

Para cualquier persona, escribir un artículo acordándose de las personas que le han marcado es... siempre difícil, aunque también sea cuando más emociones afloran y sentimientos salen del corazón. 

Claro está que el recuerdo de la persona de quien hoy os hablo, sigue muy presente en la vida de muchos de nosotros. Se nos fue ya hace dos años que por una maldita desgracia llamada cáncer; se llevó al gran Celso Parada con tan solo 61 años sorprendiéndonos el hecho y dejándonos abatidos a todos. Fue un día muy triste, tanto para los que fuimos sus alumnos, como para todo el Teatro gallego que perdió a uno de sus grandes referentes.

Maestro de maestros y con un gran sentido de la escena, el me enseñó a ser mejor como actor. Me acuerdo perfectamente que, estando en tercero de la ESO, cuando no me cuadraban las asignaturas y nos propuso a todos quedarnos algunas tardes a preparar una obra para actuar en el Día das Letras Galegas; fue en el año 2016. 
Me dijo que pintaba muy bien haciendo de cura, y -efectivamente- trajo todo su repertorio de trajes y me puso un gorro más grande que la torre Eiffel. Y yo le decía que, con mi cabezón, ese gorro se movía mucho; pero el insistió en que ese era el gorro y que me lo tenía que poner. 
Me dirigió muy bien los movimientos, yo siempre le decía que me iba a costar mucho aprenderme los diálogos, pero al final me los aprendí. 
Después, faltaba asumir un papel que era el de un carcelero; y otra vez : había pensado en mí para hacer ese papel. Debía ser que me veía con dotes de ser el malo, de modo que me puso un traje de mexicano malo; y construimos así un papel muy divertido haciendo de mexicano pero con acento gallego. 

Lo que más me había sorprendido de aquel gran ser humano que siempre resultó ser Celso Parada... fue la capacidad para enfadarse si le interrumpías; le gustaba siempre llevar el mando y que se hicieran las cosas muy bien. Aunque se enfadase -y alguna vez me haya dejado castigado a mi y a mis compañeros-, nos lo pasamos muy bien. Gracias a el, todas las de los días de "Letras Galegas" fueron mucho más amenos; y nos hizo entender el gran valor de los pequeños detalles, donde el se manifestaba con un sentimiento irrepetible.

Actor en series y películas muy destacadas, como fueron : "La que se avecina", "Gran reserva", "Libro de familia", "Pratos combinados", "Fariña",  "A lingua das bolboretas", "Simbad, "La playa de los ahogados".... Estas son solo algunas de sus grandes apariciones.

Actor, director, profesor, o maestro de muchos, el construyó la identidad de muchos de nosotros, haciéndonos crecer como personas y como seres humanos. Como profesor nos dejó siempre 5 minutos para descansar al final de cada hora. Y nos cantó muchas canciones en sus clases; nos ayudó a entonar las diferentes letras; y nos ayudó a entender por qué el idioma gallego merece la pena y sobre todo, nos animó a defenderlo siempre, ante todo. Como actor fue el perfecto compañero de muchos y el que siempre gustabas luego ver en la gran pantalla. Y en Teatro hizo grandes obras como "House desaforado" o "Presidente". El me invitó a ver la obra "House desaforado" donde disfruté mucho con su brillante interpretación.

En lo personal diré que yo hace dos años perdí un amigo y, sobre todo, un gran compañero. Es difícil decir lo que para mi ha sido esta persona, por todo lo que ha significado en mi desarrollo personal, un gran amigo al que nunca le faltó tiempo darme una palmada, un abrazo, una palabra de ánimo y, sobre todo, mucha estima por su parte hacia mi persona. 

Gracias, amigo Celso, por el inmenso placer de compartir esfuerzos, esforzada dedicación profesor-alumnos. Y también, porque el Teatro como océano de expresividad e imaginación siempre será más grande gracias a ti.

Gracias por ver en mi alguien diferente y con ganas de cumplir sueños; gracias por darme razones para vivir intensamente; sin ti yo no sería el que soy y, gracias a ti, soy hoy mejor.

Por y para siempre, Celso Parada Fernández.

Celso Parada, en el FIOT, Festival Internacional Outono de Teatro