Querida Teresiña :

Hoy he saltado de la cama bien temprano, a las 8 y poco de la mañana, cosa que es un exceso para mi desde que estoy jubileta. ¿Sabes? : puse la tele y daban que habías logrado plata en los Juegos Olímpicos. Quieras que no, ya sabes que yo soy de Cangas y... aquello siempre tira lo suyo en el alma.

¡Ay, Teresiña, tu si que vales...!. Lo intentaste tanto y tanto, que -al final- tuvo que ser. Esa plata vale más que un oro cualquiera que hubieses podido obtener años atrás. Ahora sí que tiene mérito, al final de tu carrera, cuando ya nadie de esos espabilados y sabios de la canoa daban un duro por ti. 

Pero los de Cangas sí dimos siempre lo que fuese por ti : ganases o perdieses (perder no perdías nunca, como mínimo eras mediopensionista o acariciabas el triunfo si es que no hacías primera o segunda en aquellas otras pruebas -15 Campeonatos del Mundo, 17 de Europa- por la Tierra adelante) siempre estuvimos contigo. Los de Cangas somos así; como cojamos a alguien de mano, lo sacamos si es necesario en procesión y lo hacemos santo. Por eso me hacen gracia los del Sporting de Lisboa que se han inventado ese lema de "Onde Vai Um Vão Todos". Eso en Cangas ya lo teníamos desde la época de la resistencia ante la invasión de los turcos allá por 1600 y pico.

¡Ay, Teresiña, que alegría tan grande!. Tuviste que ir seis veces a los Juegos Olímpicos; más de dos décadas de esfuerzos, de no disfrutar de la vida en la mejor edad, porque el entrenamiento mandaba siempre. Hasta fuiste madre por medio y decían que ya no volverías a ser la misma deportista... Pero los de Cangas siempre creíamos en ti. Nos decíamos que, aunque no lo lograses, era un orgullo verte hacer el paseíllo de calentamiento con la piragua. Nos bastaba con eso. Porque esa imagen tuya con las gafitas, la indumentaria española y tu impecable estilo hincando en el mar los extremos de la pala de empujar la embarcación... eran categoría y clase, solo con verte así nos bastaba.

Tuviste que ir 6 veces a los Juegos Olímpicos para lograrlo. Y lo lograste. Nunca es tarde. Esa medalla de plata en el K1-200 es histórica y fruto del trabajo duro y una perseverancia mantenida durante décadas. Has puesto -otra vez más- a Cangas do Morrazo en el mapa mundial. Todo corazón, me has hecho llorar emocionado, ahora que he pillado el video de la prueba final. Y con emoción... porque esa llegada tan al límite, tan justa como dice alguno (yo digo justa de justicia, no de apretada), lleva a cualquiera casi al infarto. Estuvo bien el jurado para decidir después de que se tuvo que tomar su tiempo hasta determinar la posición tuya, que en un primer momento no figurabas en el electrónico como medallista pues alguien parecía que te la quería chorizar.... 

Y aquellos gritos que diste, que sonaban a gloria para los de Cangas. ¡A ver si se cree la Peleteiro que solo ella tiene derecho a ir dando gritos tras hacer bronce en el estadio olímpico!. Para gritos de esos que hacen salir toda la tensión de todos estos días, de soltar ahí todo lo que ahí tenías acumulado, los tuyos, ¡qué carajo!.

Cuando hiciste cuarta en los Juegos de Londres (2012) y sexta en Río (2016), aquello a los de Cangas nos supo a medallas. Como si lo hubieses logrado. Nada nos importaba. Era ver a Cangas en el escaparate mundial. Y eso era mucho, gracias a ti. 

Ahora, en esta final de Tokyo, en medio de 8 fieras con sus piraguas, vas y la lías... te habías agazapado en las semifinales, donde acabaste cuarta para meterte en la finalísima. Disimulaste bien, para que se confiasen tus rivales... Y ahí estabas tu para dar el zarpazo final : te encomendaste al Cristo del Consuelo, a la Virgen de Darbo, a la Virgen de Carmen que tanto queréis en Aldán; yo que sé, te encomendaste a las imágenes que hay en aquel "peto de ánimas" en la margen izquierda de la subida hacia A Portela, en la carretera hacia Bueu, cerca del cruce con la carretera de Coiro, en A Magdalena... Hasta eso te sirvió en tus recuerdos. 

Pensaste unos segundos en Cangas antes del pistoletazo de salida y... ya ves, dio resultado. Era como si todos los 28.000 que en 2021 deben de vivir en Cangas, de repente estuviesen ahí, al lado del agua, en Tokyo y te diesen fuerzas para empujarte, para dejar atrás a las 8 rivales. Ibas colocada en el peor canal : el noveno; pero no te importó. Le diste con toda tu alma y apareció en el luminoso la cifra mágica de 38.883 segundos, 0.763 por detrás de la neozelandesa Lisa Carrington, esa fiera que consiguió su tercer oro consecutivo en la disciplina tras los que obtuvo en los Juegos de Río de Janeiro en 2016 y en Londres 2012. Pero tras ella, ahí estabas tu; ahí estaba Cangas, esa Cangas del alma que todos los que allí nacimos llevamos dentro.

¡Ay, Teresiña, qué alegría para comenzar agosto en este -también- maldito año de la Covid!. Tenían que darse las condiciones; ganar una medalla no es un imposible, pero mucha gente que la merecía, acabó retirándose en su carrera sin poder lograrlo. No solo es entrenar y entrenar, hay que tener algo más : cabeza, aplomo, contener los nervios, centrarse, entrar en la piragüa tras haber descansado bien... ¡qué sé yo cuantas cosas!. Pero tu finalmente lo has logrado y nos has hecho felices a los de Cangas y a todos los españoles, las cosas como son.

Estar en 6 Juegos Olímpicos "já é obra!", como diría tu rival y amiga portuguesa, que también se llama como tu, Teresa Portela. Pero ella es de Gemeses, en la bonita tierra de Esposende, que es un sitio maravilloso, donde se entrena en el estuario del río Cávado majestuoso desembocando hacia el mar. Muy bonito, pero ¡dónde va a parar! : esa ría de Aldán, esa ensenada de Vilariño... ¡Ay, Teresiña, qué alegría tan grande nos has dado!. Cerca de los 40 años andas y lo lograste : ya te digo, es para decir "já é obra!".

Ahora, no sé que van a hacer en Cangas para homenajearte. Porque ya te hicieron tantas recepciones de esas de llevarte en volandas entre el gentío, ya tienes la estatua aquella cerca del galpón del piragüismo, en el muelle de Aldán... pero algo habrá que hacer; aunque sí, ya sé, una calle... a ver si hay disponible una en Cangas, y sino reservamos una en la primera urbanización nueva que por allí se haga. "Calle de Teresa Portela, medallista olímpica". Aunque a mi me gustaría más : "Calle de Teresiña Portela, que puso a Cangas en el mapa del Mundo".

¡Ay, Teresiña, otro año sin Romería de Darbo como es debido, sin fiestas del Cristo por todo lo alto!. Todo restringido, limitado, medio pensionista como máximo. Todo menos tu, que hace unas horas, gritaste en Tokyo : ¡viva Cangas, viva el Cristo del Consuelo, viva la Virgen de Darbo, viva Galicia y viva España!, mientras nosotros, con lágrimas en los ojos y toda la fuerza del Mundo, gritábamos : ¡viva Teresiña Portela!.

Ya has entrado en la historia. Para siempre. Ya habías hecho grande a Cangas años atrás. Ahora, lo has bordado todo, con hilos de plata que, para nosotros, como si fuesen de oro.

Te lo dice uno de Cimadevila,
llamado Eugenio Eiroa.