Paseo de otoño por las inmediaciones de la capital del Douro portugués : Peso da Régua.

48 fotos de Araújo Maceira.

O Peso da Régua (conhecido frequentemente pela forma sincopada de Régua) é uma cidade portuguesa do distrito de Vila Real, da Euro-Região Galiza-Norte de Portugal, da sub-região do Douro e da antiga província de Trás-os-Montes e Alto Douro, com 17 131 habitantes (2011).
É sede do município de Peso da Régua com 94,86 km² de área[2] e 17 131 habitantes (2011), subdividido em 8 freguesias. O município é limitado a norte pelos municípios de Santa Marta de Penaguião e Vila Real, a leste por Sabrosa, a sul pelo Rio Douro (municípios de Lamego e Armamar) a sudoeste por Mesão Frio e a oeste por Baião.

O concelho foi criado em 1836 por desmembramento de Santa Marta de Penaguião, tendo a sua sede sido elevada ao estatuto de cidade em 1985. É também conhecida como a capital internacional do vinho e da vinha.
Terra onde nasceram nomes entre os quais o médico e escritor João de Araújo Correia, Ferreirinha, Antão de Carvalho, Joaquim Manuel Magalhães, Jaime Silva (pintor), José Correia Cardoso Monteiro entre outros de importância local e nacional.
É o centro da região demarcada do Douro. Fica na parte central da Linha Ferroviaria do Douro, entre Porto e Pocinho.
Tem como principal romaria as festas em honra de Nossa Senhora do Socorro, que todos os anos nos dias 14, 15 e 16 de agosto atraem milhares de pessoas para assistir a diversos pontos da festa.

Es octubre, entramos en la segunda quincena, que nos depara un sábado gris, tirando a negro por la constante amenaza de lluvia. Mal día para ir de excursión. Aún así, solo van a caer en las horas de luz del día, cuatro gotas. Lo que permite el paseo y también la fotografía.

Pero no hay sol, lo que hace que los colores de esos viñedos donde los granates y rojos, los amarillos explosivos se están haciendo ya presentes en las hojas, no luzcan como en realidad lo hacen en días soleados. La temperatura es buena; casi sobra la chaqueta durante bastantes horas centrales del día. 

Por los caminos espectaculares que llevan a Mesão Frío (la primera gran puerta de la gran región del vinho do Douro) desde Baiao hay que ir despacio. Para disfrutar del paisaje, pero también por prudencia con el automóvil. La carretera es complicada. Mesão Frío es una villa rodeada de espectaculares viñedos por todas partes, con el edificio de su cooperativa bien cercano al centro de la urbe. Atrás queda Baiao, la última frontera del vinho verde, que hasta allí llega la región demarcada, para dar paso ya en Mesão Frío a la región de los vinhos do Douro.

Los verdes de la zona de Baiao, como los de la cercana Amarante, poco tienen que ver -en variedades- con los que se cultivan más al Norte, en las tierras lusitanas camino de Galicia. Portugal es un gran país para el vino; de hecho, es el país del Mundo que conserva más variedades, mas castas... lo que posibilita una diversidad de vinos extraordinaria. Es, a lo mejor, pequeña la producción en razón a la extensión de cada zona vinícola, pero enorme la variedad...

Dejamos atrás Baiao, para recibir el impacto de las tierras de Mesão Frío, ya con los cultivos en bancales o terrazas. Vinos del Douro, de muy indudable calidad especialmente los tintos, pero ahora se están haciendo blancos primorosos; caldos blancos que son una sinfonía extraordinaria para el olfato y el paladar, en una mezcla de variedades en donde muchas veces no suele faltar la uva de la casta llamada "moscatel galego".

Dejamos Mesão Frío por la vieja carretera que va camino de Régua y que antes nos lleva hasta el río Douro, hasta sus riberas. Por el camino, las viñas se suceden y los colores múltiples del otoño también. Por el río suben y bajan los barcos dedicados al transporte y recreo de los turistas entre Porto-Régua-Pinhao y hasta provincia de Salamanca río arriba. 

Aunque el día está apagado por las grises nubes que amenazan lluvia, el paisaje sigue siendo espectacular. La carretera va descendiendo hacia el río pero hay zonas-mirador donde parar, disfrutar con la vista, obtener alguna foto, mientras el tren pita abajo, en la estación de Rede y el enésimo barco sube río arriba. Allí, en Rede, hay una magnífica casa-pazo señorial, el "Solar de Rede", en la colina, con vistas deslumbrantes sobre el río y con una finca repleta de vides y naranjos, amén de algún otro olivo. Un sitio para perderse.

Llegados a la ribera del río, ya solo es cosa de seguir pegados al mismo, unos kilómetros hacia arriba, hasta llegar a Régua. Antes pasas por las viejas -y medio derruidas "Caldas de Moledo" que datan del siglo XIX- y que siguen a la espera de que un inversor meta allí el dinero necesario para recuperar edificios y el grandioso parque de árboles centenarios justo al lado del agua con que el Douro moja las riberas, donde el verde es notable y los naranjos ya empiezan a mostrar en sus frutos -cada vez más gruesos- un cierto desteñido del verde camino del amarillo-anaranjado que llegará al final del otoño.

Régua, la ciudad, es tranquila en un sábado otoñal, aunque no faltan turistas. Hay un matrimonio de Pontevedra, que ha venido a pasar el fin de semana en la zona y que se alojará en un hotel (Vila Galé) que, como veréis en las fotos, está en la otra orilla, frente a la ciudad, a pie de donde están los puentes... Hay suficientes y variadas terrazas en donde poder comer algo y por precios para todos los bolsillos. A pie del puente metálico peatonal está el "Katekero", que ofrece allí, en el Douro -entre otras iguarías- "leitão á moda da Bairrada". No es exactamente el sabor tan especial de aquel que en Mealhada hace resucitar a un muerto, pero no está nada mal, suficiente para decir que ha superado la prueba. El vino es un blanco del Douro y... ¡ojo! :  los vinos blancos de mesa del Douro portugués, la más antigua región vitivinícola demarcada y reglamentada del Mundo, viven una revolución, quizás la gran revolución del Douro en la última década, y marcan una de las tendencias a las que conviene estar alerta...

Por solamente 8 euros la botella, servido en una mesa al aire libre, a pie del puente peatonal, accedes a un vino de una nueva bodega de la zona que lleva mezcla de gouveio (que viene a ser como el godello), rabigato, viosinho y el llamado moscatel galego (tienen más castas en la zona como arinto, malvasía, códega o boal, entre otras más) que dan lugar a un excelente vino que servido frío sabe a gloria junto al leitao dichoso, servido este con casi crujientes patatas en rodelas muy finas y una ensalada con productos de la propia zona. 

Los blancos del Douro son muy recomendables, ciertamente. Y este sábado, en Peso da Regua, hubo ocasión de volver a certificarlo. Y no me diga usted por qué, pero... el vino, bebido en el propio lugar donde se produce, sabe como mejor...

Es ahora momento de disfrutar de las fotos que Araújo Maceira hizo. 48 imágenes que no dan para lucirse por la meteorología adversa que para la fotografía es a tener en cuenta; pero solo hay dos opciones : hacer las fotos o no hacerlas. Y hacerlas, aunque sea en día gris-negro, será siempre mejor que no hacerlas. Así es que va por ustedes... y cuando puedan, hagan una excursión al Douro portugués, que -sin duda- les merecerá la pena.

Hagan click en las fotos para verlas a mayor tamaño si lo desean...

Las viñas ya con sus colores de otoño, el río, el constante ir y venir de los barcos...

Abajo el tren llamado "Miradouro", en la estación de Rede, Linha do Douro





Cuando menos lo piensas, tras un recodo del río, el gran barco con turistas aparece...


Peso da Régua, la zona de los puentes

Hermosas construcciones en medio de las quintas del vino...

Siempre el mismo paisaje, también en la salida de Régua camino de Lamego...

Todos los que a Régua van de visita no dejar de pasear por este puente peatonal sobre el Douro

Puente para vehículos de todo tipo...

Otro barco a la altura de Régua. Al fondo la colina de las fincas de Sandeman, "el hombre de la capa"

El barco que va camino de las tierras de Salamanca y el hotel "Vila Galé - Regua" al fondo...

Régua, vista parcial...

El famoso puente peatonal

En primer plano el puente para cercanías rodoviarias... Al fondo, el de la autopista...

Peso da Régua visto desde la orilla de enfrente...

La colina de las bodegas Castelinho...

Vino, viñedos, por todas partes....



La Linha do Douro y la estación de Régua

Iglesia de muy curiosa arquitectura...

O Douro, a la altura de Rede

Casa de campo cerca de la ciudad de Régua







Muchos patos en el río Douro a pie de la ciudad de Régua

Otra casa de campo en la zona


Régua, octubre : se resiste la viña a perder el color verde...



Higueras, tan frecuentes en la zona del Douro

Afluentes del Douro no faltan

La viña a las puertas de la ciudad

Octubre : el clima del Douro permite esto y más...


Turistas holandeses

La estación de Régua

Los naranjos ya empiezan a mostrar en sus frutos -cada vez más gruesos- un cierto desteñido del verde camino del amarillo-anaranjado que llegará al final del otoño.