"Pontevedra é boa vila...". Un paseo de otoño, sin más, por la capital del Lérez
Di a cantiga que "Pontevedra é boa vila, dá de beber a quen pasa" desa auga da Fonte da Ferrería que é tan transparente como o seu topónimo, aínda que pareza que non.
"Pontevedra é boa vila...". Dicen que el verdadero origen de esta frase está en unos escritos del cronista francés Jean de Froissart en el siglo XIV. Acompañando al Duque de Lancaster, Froissart tuvo la fortuna de visitar muchas ciudades gallegas.
Tras el desembarco en el puerto de A Coruña en 1386, las tropas fueron tomando Galicia de norte a sur. Cuando iban a llegar a Pontevedra, cuenta el francés, la villa envió varios emisarios para "rendirse" ante el Duque, del que acatarían todas las órdenes si este prometía no asaltar ni saquear la ciudad.
Como explica Lola Alonso : "así sucedió, pues Pontevedra fue de las pocas ciudades que se libró del ataque inglés gracias a la negociación. Cuando logran atravesar (pacíficamente) la ciudad, por su "magnífico emplazamiento" y su "esplendor económico", el cronista decide que Pontevedra merece el calificativo de bonne ville (buena villa). Así fue como conoció Pontevedra, una ciudad rebelde que a él le pareció una bonne ville (buena villa) por la hospitalidad de su gente".
Más tarde, se escribió una canción popular que rezaba que "Pontevedra é boa vila, da de beber a quen pasa. A fonte da Ferrería, San Bartolomé na praza". A la descripción del francés se añadió un "guiño" a la cantidad de fuentes que la ciudad de Pontevedra dispuso para los peregrinos que caminaban por el Camino Portugués hacia Compostela.
La fuente de la que habla la canción se encuentra en los jardines que unen la plaza con el Convento de San Francisco, pero -como bien matiza Lola Alonso- no siempre estuvo ahí. Originariamente, la fuente se instaló en la misma plaza, frente a la puerta por la que entraban los peregrinos a la villa amurallada (Porta de Trabancas), por eso "daba de beber a quien pasase". La fuente fue desmantelada por orden del gobernador civil Quiñones de León, pero -afortunadamente- se pudo reconstruir a principios del siglo XX.
Tras el desembarco en el puerto de A Coruña en 1386, las tropas fueron tomando Galicia de norte a sur. Cuando iban a llegar a Pontevedra, cuenta el francés, la villa envió varios emisarios para "rendirse" ante el Duque, del que acatarían todas las órdenes si este prometía no asaltar ni saquear la ciudad.
Como explica Lola Alonso : "así sucedió, pues Pontevedra fue de las pocas ciudades que se libró del ataque inglés gracias a la negociación. Cuando logran atravesar (pacíficamente) la ciudad, por su "magnífico emplazamiento" y su "esplendor económico", el cronista decide que Pontevedra merece el calificativo de bonne ville (buena villa). Así fue como conoció Pontevedra, una ciudad rebelde que a él le pareció una bonne ville (buena villa) por la hospitalidad de su gente".
Más tarde, se escribió una canción popular que rezaba que "Pontevedra é boa vila, da de beber a quen pasa. A fonte da Ferrería, San Bartolomé na praza". A la descripción del francés se añadió un "guiño" a la cantidad de fuentes que la ciudad de Pontevedra dispuso para los peregrinos que caminaban por el Camino Portugués hacia Compostela.
La fuente de la que habla la canción se encuentra en los jardines que unen la plaza con el Convento de San Francisco, pero -como bien matiza Lola Alonso- no siempre estuvo ahí. Originariamente, la fuente se instaló en la misma plaza, frente a la puerta por la que entraban los peregrinos a la villa amurallada (Porta de Trabancas), por eso "daba de beber a quien pasase". La fuente fue desmantelada por orden del gobernador civil Quiñones de León, pero -afortunadamente- se pudo reconstruir a principios del siglo XX.
Fotos de Araújo Maceira :