Un año, otro año... ya van dos en que San Juan, el santo patrono, no puede ser festejado como es debido en Braga. Y como el San Juan de Braga, tantos y tantos santos populares en tantas y tantas poblaciones de la Eurorregión. La Covid privó al pueblo de algo tan entrañable como son sus fiestas, sus fiestas patronales. Y aunque todos pensaban en el 2021 para recuperar plenamente esas celebraciones, el 2021 resulta que ya se va... por el desagüe, como se fue por ahí el 2020. Y aunque las esperanzas están en el 2022... ya veremos ya, cuando llegue junio, si los de Braga pueden festejar a San Juan como es debido, o conformarse con la imagen del Santo, encerrada en sus templos (este de São João da Ponte o el otro de São João de Souto).
No está el panorama bien, ni en Portugal, ni en Galicia... por eso que las fiestas populares que en las dos zonas de la Eurorregión tanto gustan, siguen estando amenazadas por el maldito virus chino (vamos a empezar de una vez a llamar a las cosas por su nombre). Cuando llegue el domingo de Resurrección y el lunes de Pascua y por Padrón llamen a celebrar lo que en Galicia es el alzar el telón de las fiestas y romerías populares, difícil va a ser que del puto Coronavirus quede poco o nada. Difícil va a ser... pues, que en el 2022 podamos celebrar 100% a todos los santos populares, las fiestas y romerías del pueblo liso y llano.
En la imagen de Araújo Maceira vemos el aspecto, este fin de semana, de la hermosa capilla-iglesia de São João da Ponte, en el hermoso Parque da Ponte, en el corazón de la ciudad de Braga. Cada año, en la segunda quincena de junio, alrededor de este templo, todo es colorido, alegría, luces y fiesta. Cada año, hasta que llegó la Covid y puso todo patas arriba. Queda el consuelo de que la capilla sigue siendo hermosa y los colores otoñales del arbolado que la rodea, también. De momento, la Covid no puede privarnos también de eso. ¡Que San Juan nos proteja!.