Cuando los plantan es antes de Navidad, bastante antes... son pequeños, en aquellos días aún no lucen. Luego, convenientemente combinados, avivadas con otras plantas ornamentales propias de la época, van logrando su protagonismo estelar y... toman esa forma de repollo tan característica. 

Los hay de varios colores : morados, también el color de los que veis en la foto, algun color más... ingeniería botánica sin duda. Los jardines de invierno en las ciudades lucen ahora así, cuando enero arranca y los repollos comienzan a cobrar forma vistosa. Luego crecerán más, incluso echarán semilla y flor, se pondrán entonces feos, desgarbados... Pero de cuando los plantaron a cuando llegue ese momento, habrán pasado meses... 

Resistentes al frío, resistentes a la lluvia e inclemencias del invierno, lucidos y hermosos a poco que el sol salga, ahí están los repollos de las zonas ajardinadas de Braga, camino de su mejor momento. Solo algún gusano, de vez en cuando, aparece en algunos e intenta darse un festín con las hojas, como si de la huerta del tío Zé se tratase. Y es que, en estos tiempos de tanto virus y tanta peste, era mucho pedir que estos pobres, humildes y tan hermosos repollos de los jardines estuviesen exentos de los mordiscos del cabrón del gusanito...

Fotos de Araújo Maceira)