Aún quedan, convenientemente mantenidos por sus dueños; con esfuerzo notable para asegurar tan hermosa presencia; pero aún quedan. Y circulan, y transportan viajeros. Fue este domingo, en una amplia avenida de Esposende, junto a la foz del río Cávado. De repente, el "Volvo" con tantos años encima -probablemente más de 60- llegó, aparcado fue por su conductor y del coche bajaron todos : el y dos personas más. No había sol en aquellos momentos, pero resplandecía igual el impecable vehículo de procedencia sueca y matrícula portuguesa de las de antes, letras blancas y en relieve sobre fondo negro. Un hermoso coche en el que todo detalle estaba cuidado al máximo para resultar en impecable estado el conjunto.

Araújo Maceira tomó un par de instantáneas y el "Volvo" dichoso quedó inmortalizado, como una de las joyas automovilísticas de la Eurorregión. Era domingo, día de paseo, nunca mejor dicho, a bordo de un legendario "Volvo"... ¿Y por qué no?.