Hemos entrado, de lleno, en el Mes del Cocido. Cuando las personas se dan el gusto porque poco les importa el cuerpo diez, las kilocalorías y el colesterol. Y toman cocido en donde sea, aunque el de Lalín, dicen, es el mejor del mundo. Yo no estoy de acuerdo. 
El mejor creo que es el del Roupeiro, de Esgos. La diferencia está en como lo sirven y en lo que lleva. Porque hay cerdos de aprobado y cerdos de sobresaliente. El cocido de los restaurantes de Lalín tiene su encanto porque lo hacen como en los viejos tiempos, cuando en la aldea de la abuela se mataban los cochos en la era. Entonces, los chorizos se curaban con humo de lareira; y de aquel cerdo familiar salían la costilla, el lacón, el jamón, el tocino, la oreja, la zorza y los chicharrones. Y en la leira próxima se recogían las nabizas, los grelos, los repollos y las berzas… Con un buen caldo y un mejor cocido, en la aldea de la abuela se aguantaba aquel frío de nieve de los de antes de la más popular de las fiestas, la del Cocido de Lalín, que ya va más de medio siglo de la primera. Ahora la fiesta, como te decía, dura un mes.

XERARDO RODRÍGUEZ, director de GALICIA ÚNICA