Disimulan, tratan de hacer que hacen, pero no hacen nada realmente importante. La Tercera Edad está, sigue mal atendida por la Banca. Y el Gobierno de España dice que hace... pero la realidad, los hechos, el día a día que es lo que cuenta nos muestra lo descorazonador del caso...

In "Antena 3" tiempo atrás...

Lo que quedaba de Ciudadanos en Galicia, que eran los restos de un gran naufragio al cuidado de la señora Beatriz Pino, andaban hace un año preocupados por los ancianos y el trato que reciben de los Bancos. Y no les faltaba razón a los ya casi desaparecidos"naranjas", pero ya hace mucho tiempo que se podían preocupar por esto y no en Galicia, en toda España...

Los recortes de horarios de atención directa en las entidades bancarias y el cierre de oficinas siguen afectando directamente a unos de los principales usuarios de estos servicios: las personas mayores. La principal causa es la dificultad que tiene este colectivo para utilizar las nuevas tecnologías -cada vez más- que generalmente emplean estas entidades para realizar la mayoría de las transacciones.

Actualmente, en la mayoría de sucursales de los principales bancos, con la excepción de algunas pocas entidades, el tiempo de atención es escaso al día lo que ocasiona que se formen largas colas de personas mayores para actualizar su libreta, cobrar un cheque o realizar cualquier tipo de transacción e incluso en algunas no hay atención presencial y en la mayoría de los casos los remiten a los cajeros automáticos, que en muchos casos no saben utilizar o les cuesta entender su funcionamiento. Asimismo,
también se da la existencia de apuntes en sus cuentas que no saben descifrar, lo que les supone una falta de control de sus extracciones de dinero o pagos.

Además, esta dificultad se agrava en las personas mayores que tienen algún deterioro por la edad o algún tipo de discapacidad dado que los cajeros no son accesibles para todos. Por ejemplo, las distancias a las pantallas y teclados son complicadas para personas con movilidad reducida o los procedimientos no son sencillos para personas que tienen alguna discapacidad sensorial y para superar esta dificultad los mayores no cuentan en muchas ocasiones con ayuda personalizada que les facilite el uso de los cajeros o les permita entender los apuntes en sus cuentas u otro tipo de operaciones. Para solventar esta circunstancia, el uso de los cajeros debería tener un sistema sencillo, accesible y estandarizado o al menos debería de haber personal de apoyo suficiente. 
Estos problemas a los que se enfrentan nuestros mayores no sólo sucede en las entidades bancarias sino también en la realización de gestiones administrativas, especialmente ante el auge de los procedimientos
electrónicos, lo que es responsabilidad directa de la propia administración.

Lo peor del caso es que las instituciones públicas tienen la obligación de defender el bienestar de las personas más vulnerables, defender sus derechos y fomentar su autonomía personal con los medios, servicios y asistencia que requieran. Pero... ni el Gobierno central, ni los autonómicos hacen nada realmente válido para meter en cintura en estos escandalosos asuntos antes descritos a los Bancos y obligarles verdaderamente a instrumentar políticas adecuadas con los clientes de edad avanzada, que permitan superar las cada vez mayores trabas y problemas que les toca afrontar en su relación con las entidades bancarias.

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