La otra semana pasada se debatió en el Congreso la histórica reforma laboral que han pactado los más interesados en que se lleve a cabo: los empresarios y los representantes de los trabajadores… ¿A quien más va a afectar? El Gobierno, representado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, se ha limitado a mediar entre unos y otros. Pues… ¿Sabes qué? Que los políticos no se ponen de acuerdo, a la hora de aprobar la nueva ley.

Estos tipos que dicen ser los representantes soberanos del pueblo son unos cretinos de tomo y lomo. Los de izquierdas y los de derechas. A quien realmente defienden es a sus partidos, que es como decir, a sus puñeteros intereses. Mientras todos los empresarios y los trabajadores de España están de acuerdo en que se apruebe la tan esperada reforma, estos señores juegan a pactar con el Gobierno un sí a cambio de un no sé qué, como es el caso de Esquerra Republicana de Cataluña a la que, últimamente, he dejado de prestarle atención tras su actitud para con los chicos de Puigdemont, líder auténtico del partido mas corrupto de la historia de Cataluña. Y no hablemos de la derecha y de la ultraderecha, cuya actitud es decir no a todo y criticar todo aquello que sea iniciativa del Gobierno.

Los empresarios y los trabajadores, repito, los únicos interesados en que se aprueba esta ley, deberán tomar nota de los partidos que se oponen y obrar en consecuencia cuando lleguen las elecciones, que ya falta menos para que pongamos a cada uno en su sitio.

XERARDO RODRÍGUEZ, director de "Galicia Única"