Unos asturianos cantaban que, cuando llegaron los americanos a la Luna, andaba por allá un gallego del Ferrol, cosa que no me extrañaría nada, a la vista de las sucesivas crisis del sector naval que obligan a emigrar a la gente, aunque sea muy lejos…

—- ¿Y ahora?

La última historia es que la Nasa ya se llevó a nuestro satélite la semilla del nabo de Lugo, uno de los sellos de identidad de la gastronomía gallega y del que también se alimentan los cochos ahora que estamos en época de reproducción.

—- Bueno, también se llevaron berros de Salamanca y albahaca de Navarra…

Pues muy mal, porque La Luna es gris y si el experimento funcionase, sería verde.  Además, esto me huele a gran negocio porque, la cámara sellada para el primer intento de germinación sobre la Luna, fue a bordo de una nave privada.

—- ¿Pero que tratan de inventar?

El envío de las semillas servirá para explorar el ambiente lunar imitando a los viejos mineros, que llevaban un canario adentro de los túneles para detectar la presencia de gases explosivos.

—– Es decir, se trata de un experimento… 

Sí, se refiere a un ensayo en una cámara sellada por qué dicen que el suelo está cubierto por un polvo que carece de muchos de los nutrientes que sustentan la vida vegetal.  No existe allí el material orgánico descompuesto que enriquece el suelo terrestre.

Por cierto, ¿Sabéis cómo se llama el departamento de la NASA que lleva a cabo esta operación? Pues AMES, que es el epicentro del Val de Mahía, el que en su día fue el gran granero de Santiago… ¡Y por algo se empieza! 

XERARDO RODRÍGUEZ, director de GALICIA ÚNICA