Ya a la hora de ingresar en cama, esta madrugada, se veía venir lo peor... Llegaban desde Ucrania primeras informaciones de explosiones en algunas ciudades. Avanzada la madrugada todo fue a peor... La invasión de Ucrania estaba consumada. Ahora solo falta saber hasta donde llega la zarpa de Putín. 

Se pensaba que la invasión se limitaría a la región esa del Donbass... como en su día hizo Putín lo que hizo en Crimea. Pero el que hace un cesto, hace ciento... Nadie le paró los pies en Crimea; llevaba años alimentando la guerra latente en la región del Donbass. Se le fue consintiendo. Y ahora se le antojó colocar las bombas en el mismo corazón de Kiev además de otros lugares por toda Ucrania. 

Someter Ucrania, echar a su Gobierno, instalar un gobierno títere de Moscú, controlar indirectamente el país... de todo lo malo que pueda suceder, eso sería lo menos malo dentro de lo todo lo malo e inaceptable. Poco hay que hacer : Putín entrará hasta la cocina. El ejército ucraniano tiene más de ejército de Pancho Villa que otra cosa. Y Occidente no usará en este caso otras armas que la palabrería hueca y las sanciones. Putin se saldrá con la suya y acojonará a medio Mundo. El otro medio se lo repartirá con el otro sátrapa que ejerce en China.

Salíamos (?) de una desgracia mundial, la pandemia (toquemos madera) y aparece esta mierda de la guerra que Rusia promueve. Éramos pocos y parió la abuela. Y no sabemos a dónde todo esto nos llevará.

P. S.) Escribo "Putín" para que nos acostumbremos a pronunciar correctamente su nombre. Lo aprendí hace años, cuando Santiago Carrillo aún vivía y me tocó hacerle una entrevista. Carrillo decía "Putín". Y el otro día escuché a un ex-embajador de Portugal en Rusia, decir en una entrevista, también "Putín". Ellos, que anduvieron -y no poco- por la Rusia que nos ocupa, seguro que saben mejor que yo como pronunciar el nombre, apellido, o lo que sea... del sátrapa.

Y ya puestos en gastos de recordar a protagonistas de la Historia : mi recuerdo, mi admiración, mi respeto profundo por Mikhail Sergeevitch Gorbatchov. Uno de los muchos y formidables ejemplos que nos sirven para nunca olvidar que no todos los rusos son "malos". Ni mucho menos. Pero que el actual mandamás es todo un peligro, un satrapa de muchísimo cuidado, es algo que no es necesario explicar siquiera...