A esta hora de la mañana jarrea para hacer buenos los pronósticos de lluvia en una Galicia que ya creíamos era territorio de secano. Así que, en vez de pasear, me dijo mi dueña que me fuera a tomar chocolate y de paso que le llevara unos churros.  Te lo cuento para que sepas lo que está pasando. Hace un mes, los mismos churros y el mismo chocolate me contaron 4’50 y hoy pagué 6’30. Un euro y medio más. No me extraña que la cafetería o como quiera que le llamen al chiringo estuviese vacía. Cuando llegué a casa le conté el detalle a Gloria y me dijo que el pollo al horno que vamos a comer hoy, entre la subida de precio de las materias primas y la energía, nos costará unos 15 euros por barba, mas caro que el menú del día de ese bar de comidas a donde vamos de vez en cuando. Aún así, piensa que esto es la City periférica, si vas a la capital ponle encima un 20% más. Con esta subida de precios poco tiene que ver la salvaje invasión de Ucrania.

XERARDO RODRÍGUEZ, director de GALICIA ÚNICA