El municipio de Ponte Caldelas, en el valle del río Verdugo, a 15 kms de Pontevedra capital, es un ayuntamiento de paisajes únicos y rincones de extraordinaria belleza.
Un recorrido por Ponte Caldelas a pie nos llevará -a lo largo de varios kilómetros- por los paseos y senderos del territorio que marca la presencia del río Verdugo. Por detrás del Mercado municipal, y dejando el puente de piedra a nuestra izquierda, un paseo amplio y con algunos miradores, nos permite disfrutar de las tranquilas aguas del río a su paso por la localidad. El paseo, que forma parte del Sendero Azul del Río Verdugo, continúa por antiguos caminos de pescadores, hasta el antiguo balneario, hoy en desuso.
Pero bien podemos completar el recorrido cruzando al otro lado del río Verdugo, a través del original puente de madera que se encuentra precisamente a la altura del Mercado, lo que nos llevará a una pequeña área recreativa. O podemos también cruzar al otro lado del puente de piedra del siglo XVI para continuar nuestro paseo, río arriba, hacia la playa fluvial de A Calzada.
La playa fluvial de A Calzada es un magnífico lugar en el que poder refrescarse durante el verano, pero también un muy buen lugar desde el que explorar aún más los paisajes del río Verdugo y las diversas rutas de senderismo que rodean Ponte Caldelas.
La playa fluvial, que cuenta aparcamiento, merendero y socorristas durante los meses de verano, fue la primera playa fluvial de Galicia y la segunda en España en recibir la bandera azul, bandera que ostenta desde 2015. Además, esta playa cuenta con zona de baño separada para niños pequeños y también con zona para mascotas.

El reportaje gráfico de Araújo Maceira nos da buena idea de la belleza del lugar. Porque si en un mes de febrero está así, imaginen cuando el verde se haga presente en los árboles y el verano llegue... Son los famosos "salones" del Verdugo, a su paso por Ponte Caldelas.