Nunca pensé que los mediocres mandones del mundo pudieran llegar a esto: a provocar una guerra para diezmar aún mas la balbuciente economía global y disparar bombas con el más sofisticado armamento contra sus semejantes. La invasión de Ucrania por parte rusa es una gran provocación, en eso estamos todos de acuerdo, pero llega tras el gran fracaso de la diplomacia y como consecuencia de la falta de formación cultural y humanística en los políticos que tienen la sartén por el mango. Si esta guerra que empezó fría y alcanzó ya la máxima temperatura, dependiera de Nikita Kruschev y de John F. Kennedy, no se habría disparado un solo tiro y todos esos muertos de los que ya se habla estarían vivos. Ambos nos dieron un ejemplo en la crisis de los misiles de Cuba y hablando se entendieron las dos potencias mundiales que ya se consideraban entonces enemigas.

Lo de la intromisión rusa en los asuntos de Ucrania -que viene de lejos- es una muestra mas de la irresponsabilidad de Putin, el primero, pero también de todos aquellos a los que les dieron vela en el entierro. Y en medio de todos ellos, aglomerados como el hormigón, nos hemos quedado los perplejos ciudadanos a cuyas costas irán a parar las consecuencias del juego. Unos llorarán a sus muertos, pero los que sobrevivan serán testigos de la destrucción de la vida, que es aún peor que morir.

Los poemas han sido escritos con sangre esta semana y es una pena que no exista ese Dios con mayúscula que, como decía el catecismo del Padre Astete, “castiga sin palo y sin piedra”. A lo peor es que se ha dormido y no se entera de lo que está pasando en esta obra de su Creación.

¡Qué bonito sería ver a Putin y a Zelenski sembrando trigo en sus fronteras!

XERARDO RODRÍGUEZ, director de "GALICIA ÚNICA"