Escribo este artículo, primero porque me siento orgulloso de ser aficionado del Alondras Club de Fútbol y segundo porque quiero dar voz a un club humilde representativo de una población pequeña (Cangas do Morrazo) y de su gente. Pero ante todo, para sentirme orgulloso de hacer lo que estoy haciendo. 

El Alondras afrontaba desde el principio de esta temporada una tarea nada fácil después de una reestructuración de categorías del fútbol llevada a cabo. A priori podía parecer que la "Tercera RFEF" podía ser muy sencilla, pero para nada lo es. 
Para que os hagáis una idea : en esta categoría injusta que se ha inventado el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, para acabar con la Tercera División de toda la vida, han metido 17 equipos y 4 descensos más los arrastres; es decir : que un equipo descansa por jornada. Y tan injusta es "la tercera" como "la segunda" y "la primera", en las que los descensos son de 5 equipos.

Pero bueno... más allá de las chapuzas de la Federación : el Alondras C. F. llevaba 14 jornadas sin conocer la victoria (había sido en el campo do Morrazo frente al Juvenil de Ponteareas). Pero el Alondras, fiel a su historia y a sus principios de esfuerzo y afán de superación siempre, consiguió darle la vuelta a un partido contra el Sofan, metiendo además 4 goles, y con esa victoria como revulsivo logró también luego otras dos más. Virtualmente está salvado, pero habrá que certificarlo seguramente con algún punto más.

El Alondras es siempre un orgullo para Cangas. Un orgullo de unos jugadores senior que van a entrenar muchos días a las 9 de la noche; ellos tienen familias que atender y, ante todo, no se dedican profesionalmente al balompié, pero aún así están dispuestos a dar lo mejor en favor del pueblo de Cangas. Así sucede temporada tras temporada y, en generaciones sucesivas, llevan décadas representándonos con el mayor orgullo, incluso España adelante, con su gran corazón rojiblanco.

No pintaban bien las cosas cuando el Alondras tuvo que prescindir de José Tizón, un entrenador con una enorme calidad de futbol, pero al que la suerte no le acompañó; pues sabido es que, a veces, el futbol te da pero también te saca. 
Pero en esto que decimos la Vida sigue, Antonio ha logrado que los jugadores estén orgullosos de sus protagonismos, de sus minutos en campo; y se ve que ahora afloran las ganas de vencer y de luchar todos y cada uno de los partidos : de modo que han mejorado mucho ciertos equipiers a los que se les veía tristes. Tal es el caso de Mauro, al que una pubalgia no le ayudo en muchas fases de la temporada, pero después de más de una década defendiendo la rojiblanca se levantó y volvió a sacar a flote la calidad que atesora. También jugadores como Jesus Varela, Yago Pérez, Aitor Díaz, Diego Rodriguez, Firi, Manu Vilán, Arona Sané, Abel y, en general, todos... han aportado lo suyo para lograr que un año másel equipo continue donde le corresponde.

El Alondras es grandeza siempre, es entrega sin límites, es unión de sus aficionados y adeptos; es un símbolo de Cangas, no lo duden nunca. Por eso, también, siempre estará en el corazón de todos los cangueses, el recuerdo hacia quienes hicieron posible y grande este club, dentro de su humildad y modestia.  Es el obligado recuerdo hacia mucha gente que ya no está, que desde sus desempeños como directivos y valedores de la entidad, lograron -en momentos harto difíciles- la subsistencia y continuidad del Alondras cuando muchos vaticinaban su desaparición; de ahí el eterno recuerdo inevitable, hacia personajes como Antonio Velloso -el presidente que logró tantas y tantas cosas para el club-, o hacia el vicepresidente Angel Villar -siempre me pregunto qué hubiera sido del club sin mi abuelo, que tanto dio y aportó al Alondras-, por poner meros ejemplos.

Trabajar con humildad para salir adelante en los peores momentos ha sido fórmula que en el seno del Alondras, de Cangas, nunca ha fallado a lo largo de los tiempos. Ojalá nunca se olvide que el esfuerzo, el afán de superación, el sentido común y la humildad, sobre todo la humildad, dignifican. Soy de los que cree que lo mejor puede aún estar por venir. Pero no podemos abandonar nunca esas claves que nos han permitido salir adelante a lo largo de los tiempos y que nos llevarán a celebrar, como bien se merece, ya muy pronto, todo un centenario en la vida del club.

¡Aúpa, Alondras!

ALFREDO COSTAS VILLAR