Ahora que dicen que tenemos AVE hasta Ourense a todo el mundo se le ocurre pedir trenes de cercanías. Estos días se habla del luso-galaico que, según cifras no contrastadas, favorecería a mas de un millón de residentes en su trazado. Lo impulsan los alcaldes del trayecto que se propone, Viana do Castelo-Vigo-Ourense-Santiago.

La verdad que las relaciones comerciales y turísticas de la eurorregión Galicia-Norte de Portugal están pidiendo a gritos ese enlace, pero a la hora de planificar el ferrocarril gallego hay que pensar también en favorecer primordialmente a los ciudadanos de este país, con una estación radial en Compostela que enlace la montaña con el mar y el norte con el sur y sirva para evitar el uso del coche, ahora que tanto abogamos por la utilización del transporte público para evitar los combustibles que nos venden a precio de oro otros países.

Ese plan del ferrocarril gallego es la obra pendiente mas importante de todas aquellas que se consideran “necesarias” y a lo peor no lo son tanto, que ejemplos de despilfarros los tenemos hasta en montes como el Gaiás.

XERARDO RODRIGUEZ / Foto : Araújo Maceira