Estaba contento, exultante. El Obispo, a su lado. La presidenta de la Deputación, también. Y el, siempre el, llevando la voz cantante. 

"Mirando al mar...", dijo el Obispo refiriéndose a cómo iba a ser alzado y colocado aquel semblante gigante en granito de un Cristo Salvador, en todo lo alto de la Iglesia-Ermita del Monte de A Guía, en Vigo. 

Pero aquel "Mirando al mar..." que dijo Quinteiro Fiuza, enseguida fue rectificado, o mejorado -vaya usted a saber- por nuestro hombre : "¡Si señor, viendo la mejor bahía del Mundo".  No podía ser menos... Las luces de Navidad son las mejores del Mundo, Vigo tiene la mejor bahía del Mundo, Vigo tiene el estadio más bonito de Europa, etc. etc. etc. 

Las proclamaciones del señor Alcalde de Vigo, hoy siguieron, aumentaron en la lista de una tras otra, porque don Abel logró su objetivo, coronar la torre de la iglesia de A Guía, con una imagen de Cristo, en piedra, de nada menos que 6 metros de alto y 8 toneladas de peso... tallada por los mejores de la Escola de Canteiros da Deputación y, tras cierta polémica ("con los que no quieren que Vigo tenga otro símbolo destacado"), finalmente, colocada desde ya y hasta siempre en lo alto de un monte-mirador que merecería -de paso- ser adecentado, recortando superficie arbórea para recuperar la esplendidez de vistas que antaño tuvo.

Pero don Abel ya tiene a su Cristo, arriba, en lo más alto. Y por lo proclamado por el señor Alcalde, un Cristo que está viendo "la mejor bahía del Mundo". Ni Copacabana, ni Río de Janeiro, ni la imitación en el estuario del Tejo en Lisboa, ni gaitas. Vigo, "la mejor bahía del Mundo". Y aquí paz y después gloria. Insuperable alumno populista del maestro Leri (q.e.p.d.), a don Abel ya solo le falta pronunciar aquello de...

¡Y felices en Vigo, con los campeonatos de Playas!.

(Las fotos son de Antonio Montero, en redes sociales, quien -como el restante vecindario- ha seguido de cerca estos días el proceso hoy culminado en el templo del monte de A Guía)