El portavoz Héctor Gómez : un sanchista bien aplicado

Hacía ya un tiempo que no asistíamos a una sesión de esas completas del español Congreso de los Diputados. Pero como este jueves tocaba la comparecencia de Pedro Sánchez, por el asunto polémico del espionaje Pegasus, pues nos dio por emplear unas horas en ello...

El nivel -penoso- sigue siendo en mismo de hace pocos meses. La llegada de Feijóo no ha mejorado los discursos del PP en el Congreso, por lo que se observa; pero tampoco ha estimulado ni mejorado al PSOE y ya no digamos a no pocos de los otros partidos y sus portavoces.

La sesión era para hablar del espionaje y Pegasus. Pero sirvió para casi todo menos para lo del espionaje. La sesión, como tantas, sirvió para ponerse verdes los unos a los otros. Para echarse en cara mil estupideces, formular no pocas provocaciones y abordar cuestiones que no venían al caso.

Los socialistas sacaron al estrado, en vez de doña Adriana, a un canario de fiero lenguaje, Héctor Gómez, que en los últimos años lleva meteórica carrera de buen servicio a la causa de Pedro Sánchez. Gómez hizo méritos para que le asciendan aún más dentro del Sanchismo y del partido, pero lo que es clarificar algo sobre el espionaje y Pegasus, eso ya no entraba en el guión autorizado. Pero eso sí, puso verdes especialmente a los de Vox -que ya lo están por sus colores- y no digamos al PP al que restregó la corrupción por las cuatro esquinas... Fiel servidor de la causa sanchista, Gómez pronosticó a viva voz al PP que estaría en la Oposición de nuevo en cuanto haya elecciones, que ya se encargará el pueblo de sujetarlo bien en esa posición... Desleales, corruptos, insultantes, falaces... ¿cómo se atreven a comportarse así con un presidente del Gobierno que se está dejando la piel por este país, en circunstancias tan difíciles como una pandemia, ahora la crisis, ahora la guerra...?, clamó con voz tronante don Héctor, quien -después- en la recta final de segundas intervenciones metió por medio al Rey emérito y a su supuesta amante Corina. No dejó títere con cabeza... Eso sí, de analizar y hablar del espionaje y de Pegasus, eso no era lo que tocaba, debió pensar este señor diputado.

Claro que, si somos justos, esto de ir cada uno a lo que le conviene y no a lo que está en el orden del día, tampoco es cuestión ajena a la portavoz popular, Gamarra, que coló -entre otras- lo de la Andalucía socialista como el "caso más grave de corrupción en España"... Y así no hay forma; estaremos toda la vida con la corrupción y el pasado, echándoselo en cara los unos a los otros, años tras años...

Ya del resto de la tropa política -podemitas, por supuesto-, incluido Abascal, Rufián, etc. etc., mejor ni perder tiempo. Infumable.

Los independentistas, dando lecciones y exigiendo explicaciones. Y Sánchez y su portavoz Gómez... procurando no molestar, pisando con pies de plomo en los asuntos que hablaban, para tratar de desagradar lo menos posible a sus socios independentistas que sostienen las acciones del Gobierno en el Parlamento...

La señora Arrimadas... llamando -textualmente- delincuentes, condenados, golpistas, a personajes con nombres y apellidos de Bildu, ER, etc. "No siempre van a tener la suerte de un Sánchez indultor...", dijo la de Ciudadanos a los independentistas catalanes. Con ese lenguaje de choque frontal, "una deshonra es haber llegado a donde usted ha llegado y con quien ha llegado" -dijo dirigiéndose a Sánchez- la portavoz de Ciudadanos tampoco contribuyó a pacificar nada.

Mal, muy mal, está la Política española, con esta casa de locos -dicho sea con perdón- en que está convertido el Congreso de los Diputados. En esta grillera de la política nacional ha decidido meterse Feijóo -de momento, en el Senado-. ¡Que Dios le pille confesado!

Y... bueno, del Gobierno, de Sánchez, sobre el asunto del espionaje y Pegasus, al final se supo que van a reformar no sé qué y no se cuantos, habilitar una comisión de control para que todo esté mejor controlado en el CNI en el futuro y... tranquilos, amigos independentistas catalanes, no volverá a pasar...

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Otra mañana perdida, por poner la atención en lo que pasaba en el Congreso. Pero España va bien...¡eh!; ¡España va bien!.