Ya no nos preocupa la hipoteca...
rbtribuna

El viejo camina ahora más despacio, tiene la cabeza llena de recuerdos y rezuma nostalgia por los ojos gastados. A veces se siente mal y se queda embobado contemplando el vacío; otras, sin embargo, aprecia el paisaje y conversa con fluidez con el paisanaje. Se siente eufórico cuando no le duele nada y un mensaje agradable en Facebook le enternece. A su modo es más feliz que muchos infelices que han nacido mucho después… porque él ya no tiene futuro y el de esos chicos es más incierto de lo que les parece. Hay días en los que el viejo amanece radiante porque ha dormido bien y hoy es uno de ellos. Además, ya no le preocupa nada…
—- ¿Cómo?
Llegar a viejo significa haber cumplido todos los ciclos de la vida y eso incluye haber terminado de pagar la hipoteca. Por eso hoy, al viejo, le importa un bledo que los grandes prebostes de la economía europea hayan decidido poner en positivo el euríbor y que los bancos eleven los intereses de estos créditos hasta los cincuenta euros mensuales, poco más de 400 euros al año. Es que por primera vez en lo que va de año, hoy al viejo no le han subido el precio de nada.
XERARDO RODRÍGUEZ