Le recuerdo de pequeño cuando su gaita era de esas que compran los turistas y luego cuando, de vuelta yo en casa, formaba parte de Matto Congrio con los mejores músicos de la época. Siempre me pareció que poseía las características de la buena gente de aquel Vigo de mis días de radio quizá porque, como reza el refrán, de tal palo tal astilla.

Al Carlos Núñez del tercer milenio le tengo por un genial intérprete y un músico tremendamente creativo con sus dos instrumentos favoritos, la gaita y la flauta. No hay quien le supere. Tampoco le superó, ni siquiera, el que presumía por los pubs de Irlanda de ser su maestro, el gran Paddy Moloney, que en su gloria esté.

Carlos es un producto del esfuerzo personal y del trabajo inicial de conservatorio, que tampoco el arte es infuso como creen los que nunca entenderán el porqué nace una estrella universal.

Cuando escribo del misterio que envuelve la magia de este nuestro país siempre tengo a Carlos Núñez de compañero. Las más de las veces, es su música la que termina asombrándome por la belleza que propaga por mi estancia.

Así que, mis amigos, para nada me extrañó que la música de Carlos Núñez haya embrujado a todos, incluso a los que poseen el don de la notoriedad artística. Todos admiran al que yo llamo el “Jimy Hendrix de la gaita”.

No sé por qué me he acordado de Carlos Núñez esta semana. Será por los muchos insultos que recibí en las redes sociales tras publicar un artículo en el que anteponía la música de raíz para representar a España, incluso en Eurovisión, a esas producciones prefabricadas para hacer caja en el mundo del espectáculo.

Núñez es artista, además de un gran músico. Para botón de muestra…

Esta es la magia de la música popular interpretada por Carlos Núñez, su excelente grupo de música y la Orquesta Sinfónica de Galicia. Aquella noche en la plaza universal del Obradoiro, hasta las almas del maese Mateo y demás artistas de la piedra labrada, se sumaron al directo para vivir la emoción que nos llega a través de la música de nuestra etnia.  

XERARDO RODRÍGUEZ