La otra noche tuvimos ocasión de ver un amplio reportaje-documental de la BBC sobre la Guerra de Ucrania y, muy especialmente, sobre la masacre de Mariupol. Era de noche, a cada imagen más espanto, a cada testimonio más y más horror... difícil luego conciliar el sueño. Decía el narrador que aquello, lo de Mariupol, no es que se asemejase a los peores cercos de la historia de las guerras, es que lo superaba con creces...

Contrasta este excelente reportaje-documental de larga duración, con la ausencia -cada vez más- de informaciones puntuales, al instante, en las televisiones occidentales... donde la Guerra de Ucrania ha pasado a segundo plano, como si los rusos no siguieran machacando más y más hasta arrasar toda población que bombardean; como si los ucranianos no siguiesen pidiendo desesperadamente ayuda, porque ven que, poco a poco, la zarpa de Putín se va a afianzar y hacer con la mitad del país.

Es como si Occidente no quisiese ver, como si Occidente -ahora- estuviese porque comience a actuar cuanto antes la falta de memoria que en tantas gentes fácilmente se instala, para llegado el momento, cuando toque sentarse a una mesa y negociar el final de la Guerra, sea bueno que nadie se escandalice si todo acaba con una Ucrania que no la va conocer ni la madre que la parió. Y hacia ahí va todo...

Al final, las sanciones de Occidente servirán para muy poco, salvo para encabronar más al indeseable... y, desde luego, la millonada que se va en armamento facilitado solamente servirá para dilatar más la guerra, para que sueñen los ucranianos con poder resistir, cuando los rusos los van a mazar una y otra vez a bombazos... Claro que no se debería de tragar por lo que Rusia (Putín) quiera; pero Occidente sabe bien que el tiempo del paripé actual se está terminando; que Putín no arrojará la toalla, que solamente se sentará -a imponer, que no a negociar- cuando su zarpa haya controlado la mitad de Ucrania; que va a exigir se le reconozca la "propiedad" de lo conquistado...

Mientras, a dos millones de ucranianos, "liberados" en los territorios invadidos, se los ha llevado Rusia a sabe Dios dónde. Una vez hecha esa "limpieza étnica" en las zonas conquistadas, los rusos comienzan ya a proceder para cambiar la faz de esos territorios, algo fácil en medio de tanta destrucción cosechada.

A Rusia la tenía que haber parado el Mundo, no el llamado "Occidente". A Rusia la tenía que haber hecho pensar -y mucho- si cientos y cientos de millones, miles de millones de ciudadanos del Mundo se echasen un día a las calles, a las mismas horas, a protestar contra la guerra... algo así, habría impactado, habría llevado a pensar a Putín que estaba aislado. Pero el Mundo no está para esas fiestas. El Mundo sigue pensando que la guerra le queda muy lejos... Y "Occidente", los que están cerca de la Guerra, siguen pensando -estúpida e ingenuamente- que un país sin aviación -en ningún momento- con la que defenderse... puede ganar esta guerra, o hacer al carnicero de Moscú detenerse.

Lo malo de todo esto, no es que Ucrania pierda la guerra, que la va a perder, tarde más, tarde menos... Lo malo son las sensaciones que después quedarán, de para este viaje no hacían falta semejantes alforjas. Y lo que es peor, lo malo de todo esto, es que el Mundo -la mayor parte del Mundo- sigue de espaldas dadas a la inmensa crueldad, al exterminio, a la atrocidad que Rusia ha llevado -y lleva- a efecto, que se refleja tan bien en ese documental de la BBC al que antes aludíamos.

Por eso, porque la mayor parte del Mundo está de espaldas dadas a este conflicto, es posible que los jerarcas de las Televisiones y los medios hayan decidido ya dar paso a esta nueva política informativa, donde la Guerra de Ucrania ya no abre los telediarios, se despacha con un punto y aparte de segunda fila y más bien breve, en la escaleta de cada programa. Un modo de ir mentalizando al ciudadano del Mundo del tiempo que viene...

Queda la curiosidad por saber, cuando al final de la Guerra pase lo que pasará, quien va a encarnar -y de qué modo- el papel del "vigía de Occidente"...

E. E. )