Dr. Carlos Príncipe, in "Galicia Única"

Uno de los políticos que mejor cabeza tenía para el desempeño de cualquier cargo de responsabilidad, al que se lo llevó por delante -como alcalde- precisamente el cumplir con su deber -la instalación de una empacadora de basuras que fue bandera de protestas aprovechadas, descaradamente orquestadas y absolutamente injustificadas como el tiempo se encargó de demostrar-... definía hace unas horas, en una pequeña conversación que sosteníamos, el estado de cosas en que está sumido el ferrocarril en España -en un proceso descaradamente irreversible, a lo que parece-, comentando de ese modo el enésimo artículo que publicamos en RBTRIBUNA sobre la triste, muy triste situación de la línea del Miño (Vigo-Ourense) y la que une Ourense-Monforte-Valdeorras-Ponferrada-León. 

Y publicamos ese punto de vista, que corresponde al doctor Carlos González Príncipe, justo en el día en que se anuncia que "Iryo" (compañía privada de trenes de alta velocidad), además de sus primeros objetivos uniendo solo grandes capitales, competirá con la Renfe (esta también volcada en el AVE y cada vez menos con el tren convencional) en Murcia y Castellón... Es decir, no llega con la Renfe abandonando en parte el tren convencional, sino que -además- llegan estas "privadas" (Iryo, Ouigo) para dedicarse solamente al tren de alta velocidad... 

Por eso, el comentario que esta mañana nos hacía el doctor Príncipe, no puede ser más válido, más claro, más oportuno, más definitorio en pocas palabras del estado de cosas actual en que está sumido el ferrocarril en España...

"... hemos apostado todo a la alta velocidad y a algunas cercanías...y el servicio publico del ferrocarril se olvida del 70 por ciento del territorio...Históricamente el tren fue un instrumento de vertebración del territorio; ahora solo vertebra grandes ciudades, ni tan siquiera mercancías... Un error, pero no solo de este Gobierno; en los 80 se perdió el debate... se optó por el "modelo Ave" y no por modernizar a 220 kms/h toda la red troncal... Los resultados los vemos en la "España vacia" y la saturación de autovías y carreteras por las mercancías..." (Carlos G. Príncipe)


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