rbtribuna.

Anda la Vida revuelta, para casi todos. Y encima nunca faltan propinas en no pocos casos personales, para acabar de liarla. Y así van yendo los días, mientras allá arriba, Putín sigue haciendo putadas y el Zelensky vete tu a saber si no cuenta alguna que otra mentira para construir mejor los relatos de una Guerra que se extiende en el tiempo, sin visos de un final próximo y sin soluciones que aportar a una pretendida mesa de negociaciones -para cuando esta sea realidad-.

Mientras, aquí, en Vigo, una amiga que se fija en todo en esto del dinero, los precios y demás especies, nos advierte que el garrafón económico de 5 litros, de agua mineral, de una marca de medio pelo, ha subido de la noche a la mañana su precio un 5%... Sí, es lamentable, pero lo raro sería que algo no subiese de precio en medio de la desbocada inflación. Todo se ha disparado, con la disculpa de la guerra; primero fueron los combustibles y las energías y... a partir de ahí, el despelote generalizado en el que vivimos, sobrevivimos o mal vivimos. Tengan la culpa -o no- los combustibles, enseguida han aparecido aprovechados a sacar tajada más de la cuenta, en este tiempo de tanto revuelo económico.

A la espera -espérate sentado- de que los políticos (del Poder y de la Oposición) arreglen este asunto de los precios desbocados, los días van pasando y... mientras en Madrid, el gran neocomunista Iglesias anda alborotando y reclamando atenciones para su Podemos del alma (al que dice estar dispuesto a volver, cuando en realidad de allí nunca se ha ido), en Lisboa una ministra -con cara de no matar una mosca- parece que la ha liado (en tiempos en que buena parte de la población las está pasando putas para llegar a fin de mes) contratando a un asesor de apenas 21 años -y sin experiencia alguna- al que le habría puesto ya un sueldo de 4.000 euros al mes...

Y así vamos, día tras día; aquí, allá y acullá... Como dicen los hermanos portugueses, al final... "vira o disco e toca o mesmo".