LA VIEJA AURIA

La ciudad más antigua es piedra milenaria, cincelada con encallecidas manos de artistas, a veces anónimos, capaces de crear templos con torres que crecen sobre el entorno para hacer sonar su música de campanas. La vieja Auria es piedra que resiste sobre ella el paso del tiempo y de las gentes, testigos de la historia… Este es el Ourense que llamaba “perdurable” mi amigo Pepe Conde Corbal, la cultura de un pasado que envuelve el caminar apasionado de todos los días, de todas las horas, de todos los tiempos.

Porque en todo lo que consideramos casco antiguo, entre la Plaza del Hierro y el viejo instituto del Posío donde estudié, ese que ahora llaman Otero Pedrayo, la ciudad conserva joyas arquitectónicas del pasado que siempre despertarán un gran interés entre los amantes del turismo cultural. El casco histórico de Ourense, hace ya tiempo que ha sido objeto de una intensa rehabilitación y es todo él un monumento.  Pasearlo es descubrir una riqueza artística poco común, en tan poco espacio.

La Plaza Mayor es toda ella una obra de arte con sus edificios en piedra, sus galerías y sus soportales. En ella se ubica la Casa Consistorial y justo al lado, el Museo Arqueológico nos permitirá conocer aspectos poco conocidos de la era prerromana. En este mismo entorno, nos asombrará la fachada de la Iglesia de Santa María Madre y al lado de ella, la pequeña Plaza y su cruceiro. Por viejas rúas accederemos a las tres fachadas de su inigualable Catedral, con un cimborrio que destaca sobre el exterior, el Pórtico del Paraíso y el magnífico retablo de la capilla del Cristo.

Un poco más abajo, en plena calle Lamas Carvajal, la iglesia de Santa Eufemia es otra bella muestra de la arquitectura religiosa. Y en la misma rúa, el Palacete que alberga la sede del Liceo es otra muestra de imaginación arquitectónica.

Vayamos por donde vayamos, el Ourense más antiguo siempre nos sorprenderá…