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El reportaje gráfico de Araújo Maceira que sigue... nos presenta fotografías de cómo en Navidad aparecen decoradas no pocas tumbas, en un cementerio portugués, en una aldea de Ponte da Barca, en la eurorregión Galicia-Norte de Portugal. 

Los testimonios gráficos, parte de ellos recogidos en estos días navideños, nos conmueven. Y reflejan -más aún si cabe- la sensibilidad enorme, el eterno recuerdo de los familiares -que aquí quedan- hacia las figuras de aquellos seres queridos que han tenido ya que partir... 
Hacerles partícipes, de alguna manera, a los que ocupan lugar en el camposanto, de esa Navidad en la que sus familiares tanto les echan en falta, es una lección de sensibilidad, una constatación de la importancia de tener claro que una determinada persona vivirá siempre, mientras haya alguien que la recuerde...

Así, la Navidad sirve también para echar en falta -¡y de qué manera!- a los que ya no están con nosotros. Y traducirlo en estos gestos como estos que recogen estas fotos, en un humilde cementerio de aldea...