Berobreo, el Dios galaico que sanaba a los enfermos

Xerardo RODRÍGUEZ
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BEROBREO, EL DIOS GALAICO QUE SANABA A LOS ENFERMOS

A principios de los ochenta mi pasión era el vuelo deportivo. Había dejado la radio para ser un aburrido creativo de publicidad… y necesitaba quemar adrenalina en mi tiempo libre. Para mí volar era vivir.

Volando, por ejemplo, descubrí la cara sur de las Cíes y la grandiosidad del paisaje de Cabo de Home, mi favorito para hacer vuelo lento y sentirme como un águila descansando en las alturas con las alas extendidas.

El plano cenital de toda la Costa de la Vela es de una belleza sublime, muy especial. Tanto que, en cuanto pude navegué esta lengua atlántica y días más tarde recorrí a pie todos los senderos que conducen al monte, al faro y al cabo, un triángulo mágico en medio de la exultante hermosura de un paisaje único.

El facho es la antorcha gallega y es de suponer que se encendían muchas en este monte ya que aparecieron más de 161 altares dedicados a un dios todopoderoso llamado Berobreo, historia que cuenta en Cangas la gente seria.

En realidad O Facho fue el gran santuario galaico-romano de los siglos II al IV, cuando era el gran centro de peregrinación de la Gallaecia. Desde él se controla todo el mar de Vigo y el gran océano.

Los peregrinos subían a la cima del monte para levantar allí su ara o altar, una columna de piedra labrada, que dedicaban al dios único, a Berobreo, para pedirle salud, como reza la inscripción latina que nos legaron:

Deus lari Berobreo aram posuit pro salute. (Berobreo nos traerá la salud al hogar).

Ya ves. Unas gotas de lluvia sobre mi cabeza me sugieren que, como descendiente de los galaicos, rece lo que sepa a este otro dios verdadero que cauterizaba las heridas y curaba los males a nuestros antepasados.


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