Xerardo RODRÍGUEZ —- Xa cho dicía eu : que andaban por Jalisia os “romanos” —- Son rumanos, María, rumanos. Non teñen nada que ver cos ro...
Xerardo RODRÍGUEZ
—- Xa cho dicía eu : que andaban por Jalisia os “romanos”
—- Son rumanos, María, rumanos. Non teñen nada que ver cos romanos, ises viñeron hai mais de dous mil anos. Roubaban igual que istes ou mais, pero non teñen nada que ver os uns cos outros.
El viejo periodista los escuchó discutir cuando pasaban cerca del banco del silencio… De repente callaron los pájaros cantores y el agua del río tampoco sonaba, era como si se hubiese aquietado ante aquel barullo humano.
Seguían elevando el tono de voz…
—- ¡Estes son os romanos, Jillermo! Os que dís ti, os antijuos non son istes.
Seguí la senda en busca del esclarecimiento a tal discusión entre aquella mujer y aquel hombre que parecían formar una feliz pareja de paseantes bien avenidos. (Pues nada, no caigo. ¿Por qué discutirán de romanos o rumanos?)
La respuesta la hallé en el titular del periódico…
“LAS BANDAS DEL ESTE PESCAN EN VIVIENDAS DE LUJO DEL ÁREA DE VIGO”Parece que algunos quieren alarmar a la gente bien, ahora que estábamos tranquilos, que ha vuelto el calor y las nubes se fueron yendo a otra parte.
Dice el “digital” que bandas de países del este europeo atracan hasta cinco casas por día. Que solo quieren dinero y joyas. Que los euros recaudados los envían por giro postal a su país al poco tiempo y que las joyas las mandan por empresas de paquetería.
Lo curioso es que la policía afirma que…
—- Este es un problema que viene de los ochenta. Aunque bajó a comienzos de siglo repuntó fortalecido en 2011.
Me pregunto sí nos han mandado a Galicia a todos los ladrones de los países del este de Europa, porque lo que no tiene explicación es que esta policía nuestra, de la que tanto presumimos, tenga abierta una brecha delictiva durante cuatro décadas.
No sé qué dirán los romanos de ahora pero seguro que no les hace gracia que les identifiquen como delincuentes; y los rumanos, los pobres, que comparten con nosotros trabajo y residencia, los honrados, tienen que soportar que les señalen con el dedo cuando pasan por la calle porque ya se sabe aquello de unos llevan la fama y otros cardan la lana. Porque anda que no hay chorizos en España… de toda vida y condición, desde reyes a villanos y desde poderosos caballeros con mucho dinero hasta pobres que roban por necesidad.
—- Me hacen gracias los ancianos…
—- Querrás decir los mayores.
—- Bueno, lo que tu digas.
—- Es que hasta Adelaida se enfadó contigo por llamarle “ancianita venerable”.
—- ¡Será presumida! ¿Entonces aquí no hay ancianos?
—- No, están todos en las residencias… o en el cementerio. Aquí solo hay mayores.
—- ¿Y entonces cuando llegas a la ancianidad?
—- Tarde, muy tarde.
Bueno, quería decirte que me hacen gracia los “mayores” cuando caminan con paso ligero como les mandó el médico. Estos sí que son runners. Da gusto verlos poco después del amanecer, machacando sus músculos para que no les cuelguen los pellejos. Y algunos lo consiguen, oye, que hay que verlos lisos, sin esa barriguita prominente como la que a mí me sale por delante de todo lo demás…
—- Es que no basta con mucho zapato… tienes que bajar a la mitad lo que te pones en el plato.
—- Tienes razón, seguro que tienes razón. Pero la culpa la tiene Gloria por cocinar rico.
Hablando de mayores veo que una feliz pareja se ha sentado en un banco del parque central. Son los primeros que me encuentro esta temprana mañana. Me siento en un extremo del banco y les pregunto…
—- ¿E a vostedes que lles parece Feijóo?
Y sus respuestas son:
—- A mín paréceme ben.
—- E a mín paréceme o que lle parece a ela.
Creo que el Partido Popular debiera cuidar más a los ancianos, perdón, a los mayores. Dice Balbino…
—- Si morren outros tantos como os que morreron do coronavirus nas residencias tanto en Madrid como en Galicia… Feijóo non gobernará España nunca.
Esta pareja es residente en la City pero se entera de todo.