Siguiendo al río Limia, el que los romanos creían que al cruzarlo perdían la memoria...
SIGUIENDO AL RÍO LIMIA
El Limia es el Lethe o Río del Olvido. El que los romanos creían que al cruzarlo perdían la memoria. Tan bello como legendario, nace en la sierra de San Mamede, por mil torrentes alimentado. Es como una fuente de montaña, de agua pura y saludable, cuyas primeras gotas manan en la suave cumbre que conocemos como monte Talariño, en la bella parroquia habitada de Paradiña.
Baja de la sierra atravesando Xinzo, la antigua Civitas Limicorum, fundada por Decio Juno, general de Roma que tuvo la valentía de comprender que la niebla galaica solamente genera una húmeda y fertilizante atmósfera.
Luego, tiene prisa el Limia en su trayecto, que transcurre por las tierras que se asientan entre la sierra santa y el Xurés; y por eso canta, bailando de piedra en piedra, música de fervenza, siempre breve compañera del río, que busca crecer camino de Portugal, en donde le dicen Lima.
Ya en su trayecto final, el Limia bebe del Xurés de Randín con agua del Eiroa, del Ourique y del Salas, para que cobre fuerza al atravesar las tierras de “A Lima” y llegue feliz al Atlántico portugués.
Si sigues al río Limia conocerás mucho de los paisajes ocultos de la Galicia más desconocida.