Xerardo RODRÍGUEZ
INCENTIVOS ECONÓMICOS PARA VOLVER
A la Xunta se le ha ocurrido una solución para el problema del reemplazo generacional: O Noso Presidente hizo un llamamiento al amplio colectivo de gallegos en la diáspora para que vuelvan, algo que ya intentó Fraga hace veinte años, nada más llegar al gobierno gallego, hasta que, en uno de sus famosos viajes a Venezuela, mi inolvidable amigo Ramón Piñeiro le dijo…
—- Don Manuel, aquí el que más y el que menos tiene la vida hecha, que ya le somos abuelos y nuestros hijos tienen el alma llanera. Está bien eso de ir a Galicia, pero de vacaciones, a comer bien y a ver a la familia.
Eran otros tiempos. Hoy los galaico-venezolanos piensan de otro modo y la mayoría de los pudientes ya están viviendo aquí, con los suyos. Para los que quieren regresar y no pueden es válido el Plan Retorno, aunque los hijos que tienen padres que cuidar y los nietos con abuelos a su cargo, va a ser difícil que puedan aceptar la propuesta, por mucho que les eche Maduro.
Sin embargo, creo que invertir 220 millones de euros anuales en incentivos para abrir las puertas de Galicia a los jóvenes emigrantes hará posible el retorno de al menos 20.000 personas que palien el balance vegetativo, uno de los más preocupantes problemas del país.
En el mundo mundial hay mucho gallego de dios deseando volver a disfrutar de nuestro clima, que aquí el sol nunca quema.
ESTA CULEBRA ES BUENA
A esta pobre culebra no le llega con que la llamen bastarda, sino que además muere atropellada en esas pistas que rompieron en dos su hábitat natural. Es que busca el calorcito del asfalto para descansar ignorando que pasan coches y motos, algo desconocido para ella. Esta manía suya de tumbarse en la carretera hace que cada vez haya menos ejemplares.
Era una especie que podías ver con frecuencia en la Ribeira Sacra y a pesar de su tamaño –los machos pueden llegar a medir dos metros y medio- es totalmente inofensiva para el ser humano y muy beneficiosa para la agricultura, porque elimina diversas plagas muy comunes en Galicia. Se alimenta de insectos y roedores y su veneno es de escasa potencia.
Es una pena que desaparezca, por eso te pido que, si la ves en la carretera no la atropelles, ayúdala a encontrar otro lugar de reposo.
SÁLVORA DESDE SAN VICENTE
Como final te dejo una postal azul de mar, ese que se torna verde cuando las ondas de la ría besan la playa. Se repite una y otra vez sobre la arena de casi cien lugares hermosos. Desde ellos contemplamos las islas que protegen la bahía, refugio de navegantes avezados o simplemente aficionados. Las Ons son hermanas de Cíes y también de las islas de Arousa. Ons, Cíes y Sálvora pertenecen al Parque de las Illas Atlánticas y además calman la esplendorosa fuerza vital del océano, para que el viento empuje a los veleros hacia el suave navegar de las rías. Este paisaje te enseña Sálvora desde San Vicente.
Xerardo Rodríguez