Ahora que la pequeña Asunta, si viviese, cumpliría 21 años...

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+ Texto : Xerardo RODRÍGUEZ -
+ Fotos : "Galicia Única" - 
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LA PEQUEÑA ASUNTA CUMPLIRÍA 21 AÑOS

La pequeña Asunta, o mejor Yong Fong, su nombre chino, habría cumplido esta semana 21 años de no haber sido asesinada por sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, el 21 de septiembre de 2013. Ya conocéis los detalles y la conmoción generalizada que causó aquel horroroso crimen en Galicia. Nadie lo olvida.

El martes fui a Cacheiras a ver a mí otra gente y conforme iba llegando recordaba a la niña a la que todos querían… pero que resultaba un estorbo para sus desalmados padres de adopción, a quienes la ambición y el egoísmo incitó a convertirse en los asesinos más repudiados por la sociedad compostelana.

Si la abogada y el periodista no hubieran adoptado a Yong Fong la niña hubiera crecido en Yongzhóu y estaría bendecida por la montaña sagrada de Jiuyi  y tal vez el Avatar la hubiera llevado en sus brazos hasta el árbol que dio origen a la vida del bosque, el  Cupressus de madera de templo, de cuyas ramas bajan las hadas de la luz para situarte en el camino espiritual de la perfección.

Sin embargo, la pequeña Yong Fong no tuvo tiempo de conocer los montes de su infancia que inspiraron a James Cameron; ni siquiera el templo de Lin Zi, el gran centro de la mística donde te encomiendas a los dioses chinos. Tampoco llegó a comprender una escena terrenal en la antigua villa de Lingling.

Porque… Yong Fong vino a este mundo con el siglo XXI en medio de plantaciones de arroz próximas a la Yongzhóu moderna, en un lugar donde la comida escasea.

Aún no había cumplido nueve meses cuando la llamaron Asunta, le prestaron padre y madre, y la trajeron a la metrópoli de la cristiandad gallega, meta de peregrinos y de otros que no son más que románticos caminantes en la ruta de los sueños.

La vimos corretear por las rúas de piedra de la Compostela universal. En esta ciudad creció para adquirir el conocimiento de las artes musicales, de la danza y de las letras y así merecer adjetivos de sus compañeras. Dicen ellas y sus madres, que Asunta se hacía querer por todos.

Dejemos hoy una flor en recuerdo de aquella niña que nació china y la asesinaron siendo una gallega como nosotros. Porque es posible que se nos hayan secado las lágrimas, pero los recuerdos de aquellos tristes días nunca se olvidan en una ciudad como Compostela, donde aún suenan las campanas de vez en cuando…

Quizá porque nos sigue emocionando -razón en la que se basan últimamente los negocios audiovisuales- en Santiago se está rodando una serie para Netflix basada en tan horroroso crimen. 

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