La peligrosa "Caza Menor"...

www.rbtribuna.com - RBTRIBUNA 
+ Texto : Xerardo RODRÍGUEZ -
+ Fotos : "Galicia Única" - 
Pulsar sobre cada imagen que quieran ver a mayor tamaño.

LA PELIGROSA CAZA MENOR

Aquel día, mi querido amigo Manuel -que ahora está en los cielos-, me dijo…

—- Por eiquí temos que andar con coidado que hai cazadores.

Estábamos en pleno otoño y bajábamos el Liñeredo cara al curso del Riamonte, que sabía él de sitio idílico, de esos con carballeira centenaria rodeada por bosque de ribeira de los que ya quedan pocos.

—- Non é por nada é por precaución.

—- ¿E logo?

—- Se fora pola mañá non importaba, que andan mais espabilados, pero agora, despois de xantar e beber ben, imos de ir con coidado.

Se oyó entonces una traca de disparos de escopeta en la cercanía. No andaban lejos. Debían de ser varios porque a mí me sonó a metralleta…

—- ¿Oes? ¡A saber cómo van! Xantan na de Lourdes e polo visto son mais de viño que de carne.

Decidimos, “por precaución”, acortar el descenso para llegar cuanto antes a Vilar, mientras Manuel me iba contando las varias “disgracias de caza” que a sus oídos llegaron, cuando aún frecuentaba “A Casa da Aboa”.

—- Houbo accidentes múltiples. A saber cantos mortos e cantos feridos. O que se dice e que foron causados non polos cazadores senón polo alcohol que levaban no corpo.

Me estaba preguntando esta mañana que diría Manuel si se entera de que los cazadores no se someten a ningún tipo de control de alcoholemia y que no hay norma que indique con que tasa máxima se puede empuñar una escopeta en un día de caza.

El debate se ha reabierto ahora que la Guardia Civil paró la actividad cinegética de un lucense que estaba ebrio en pleno monte con la escopeta cargada. El caso es que la Ley de Caza no hace referencia a este tipo de situaciones y los agentes medioambientales carecen de alcoholímetros para comprobar en qué estado se encuentran los cazadores. Con la ley en la mano resulta imposible detenerlos, retirarles la licencia e imponerles una fuerte sanción, como ocurre con los delitos de Tráfico.

Así, en nuestros montes, no solo mueren o resultan heridos los animales del bosque. Ocurrió demasiadas veces que un cazador confundió a un colega con su presa…

Artículo Anterior Artículo Siguiente