www.rbtribuna.com - RBTRIBUNA + Texto : Xerardo RODRÍGUEZ - + Fotos : Galicia Única -
—- A pesar de que estamos con tiempo que parece verano, la mañana está de caldo.
—- ¿De caldo?
Sí, no te rías. Cuando era jovencito e iba a la montaña ourensana el mejor desayuno era para mí una buena taza de caldo. La taza era de barro hecha en Niñodaguia para tal menester. Con frío mañanero entraba aquella exquisitez que ni te cuento. A mediodía repetías y por la noche volvías a repetir. De ahí viene el refrán…
—- ¿Non querías caldo? ¡Pois toma tres tazas!
Y si cuadraba hacías lo mismo al día siguiente porque el caldo viejo está mucho mejor que el nuevo. Le echabas la culpa a las bajas temperaturas y ya estaba.
Para mí el caldo es uno de los entrantes más sanos de la gastronomía gallega y sigue siendo indispensable en las aldeas. Pero recuerdo que a los viejos de entonces se lo cambiaban por sopa de fideos hecha con el caldo del caldo, perdona la redundancia.
No entendí nunca el por qué, hasta que me dio el achuchón y comencé a tener que comer lo que me aconsejaba el médico, que me descuadró por completo: lo que yo creía que era sanísimo a mi cuerpo le sienta fatal, entre otras cosas, el caldo…
—- ¿Por qué?
—- Por la verdura.
Y mucho menos si es de grelos porque son matadores para los que regulamos la fluidez sanguínea mediante una ración diaria de pastillas. Si te cuento esto es para que en vez de tres te tomes ahora seis tazas de caldo al día, porque cuando llegues a mis años solo podrás recordar lo bueno que estaba…
Lo que sí tengo autorizada en mis menús de invierno es una buena fabada así que hoy le pediré a mi compañera o al Dr. Frame -está aprendiendo a cocinar- que me hagan el favor de cumplirme el capricho. Si gustas…