A la memoria de Rodrigo Varela, buena persona donde las hubiere, maestro de periodistas, que escribía -entre otras piezas magníficas- delici...
A la memoria de Rodrigo Varela, buena persona donde las hubiere, maestro de periodistas, que escribía -entre otras piezas magníficas- deliciosos artículos sobre las cosas de la Vida. Que Dios le tenga en la gloria
Es Martes de Carnaval. ¿Cómo celebrarlo, ahora que estás jubilado?. Pues la verdad, no se me ocurre otra cosa que un buen cocido "a preceito" (que significa al decir portugués, con rigor, con norma, con excelencia... o sea, como Dios manda). Solo que, tomando hoy un último pastillazo de antibiótico, ya la estamos complicando... el tinto de As Neves que tenía reservado para la ocasión, no se abre; ni de As Neves, ni del Douro... con antibiótico, no hay vino.
Es Martes de Carnaval. Habrá cocido en la mesa. No habrá vino. Hay que restablecerse del todo. No se puede ser viejo. Siempre aparece una cojera. Si no es de babor, es de estribor o mediopensionista. O lo aceptas, te comes el cocido y te olvidas de que el vaso lleva agua; o te cabreas. Y cabrearse un Martes de Carnaval no merece la pena. Hay que dejarlo para más serias ocasiones, lo del cabreo, claro, porque el cocido, aún sin vino, no pasa de hoy.
E. E.