¡ES LO QUE HAY!



Me muevo entre lluvia, raioliñas y a veces sol. En los amieiros de la ribera del río no asoma siquiera un gorrión y los pájaros cantores se han ido con la música a otra parte. Eso quiere decir que el otoño viene feo, aunque este fin de semana sea el de San Froilán, en Lugo, y la Fiesta del Marisco de O Grove, dos citas gastronómicas lo suficientemente tentadoras como para desafiar al mal tiempo. Eso, si te lo permite tu estómago que el mío ya pasa de las cosas ricas y solo quiere comida fácil de digerir. (Mi pareja apuntilla, con retranca…)

—- ¿Pero con todo el que papaste a lo largo de tu vida aún quieres ir hoy a comer marisco? Venga, confórmate con un arroz con chipirones…

Y uno habrá de conformarse con lo que le echen, como en los tiempos aquellos en los que cocinaba la abuela, cuando se le daba por hacer una fabada de las suyas en verano para que sudaras bien la camiseta.

Comer, leer, escribir, dormir, caminar por el mismo sendero… Esa es la vida saludable que llevo a cuestas, la que te recetan cuando llegas a viejo y no tienes ganas de nada, solo de ver a los nietos y los tengo repartidos por el mundo. Guille en América, Paula en Asturias, Alicia en Italia y Laura maquillando artistas para que salgan mas guapos en las series.

Ya me conformo con la llamada de algún amigo como Pepe Azpiroz, que me lleva media década y sigue en el oficio, al pie del cañón, investigando, escribiendo documentales, dirigiéndolos y por supuesto, triunfando en los medios serios. Ayer hemos recordado los tiempos del cuplé cuando era a nosotros a quienes criticaban los críticos.

Como los que pusieron a caldo al director de contenidos de TVE por fichar a Broncano, que deberían flagelarse y pedir a gritos que lo repongan en su puesto, porque ha machacado a su competencia y a la televisión pública le dio un punto y medio de modernidad, de lunes a jueves, que desde hace veinte años era incapaz de recuperar.

XERARDO RODRÍGUEZ