Se miró al espejo y se vio guapo para el asunto. Buceó en Internet y se encontró con que se lo ponían en bandeja. Entonces, ni lo pensó, sig...
Se miró al espejo y se vio guapo para el asunto. Buceó en Internet y se encontró con que se lo ponían en bandeja. Entonces, ni lo pensó, siguió adelante con los faroles en su afán de ser gigoló.
El plan era ser “acompañante” de señoras ricas y por eso hizo caso de las instrucciones que le dictaba una línea erótica. Aquello era como un curso de ahí que llegase a hacer nada menos que 1.500 llamadas en un solo mes.
Todo resultó ser una simple y llana estafa. Un timo. Le llegó una factura de 50.000 euros. Nada menos.
Es joven. Nació y vive en Culleredo…
VA A POR SETAS Y ENCUENTRA COCAINA
A Curota es un mirador que toca el cielo para contemplar dos rías a sus costados y mira de frente al mar imitando a los barcos que van a buscar la vida desde sus puertos litorales.
Desde allí, desde la altitud del Barbanza, bien se ve el horizonte atlántico y como el gran océano deposita suavemente su azul sobre los ocres de la playa interminable. Confluye con él la ría del sol para crear un paisaje espléndido que brilla siempre con la calma de la tarde, entre bateas e islas. Por estribor, también se besan las olas de este océano y las de la otra ría, la de Noia, en el lugar donde comienza la historia de la estirpe marinera.
En ambas ribeiras se asientan las villas de la Península del Barbanza. Un trayecto, donde la naturaleza pintó sus mejores acuarelas, por eso la gente se encarama a la Curota para hacer ejercicio, para admirar el paisaje o en este tiempo húmedo para procurar ricas setas, que abundan allá donde se mecen los pinos.
A eso fue esta semana un vecino de A Pobra que se llevó la gran sorpresa: en vez de setas, justo en el lugar dónde un Valle Inclán pétreo contempla la ría, encontró entre unas piedras un kilo de cocaína que en el “mercado” vale 50.000 euros.
Claro que el probo ciudadano entregó ese “tesoro” a la Guardia Civil. Los agentes estiman que alguien convirtió el lugar en un “depósito” para que otra persona recogiera la droga.
INVIERNO DE NIEVES
Este invierno es ahora blanco en la cumbre y transparente en la ladera de hielo. Han vuelto al país los días cortos de tardes de lareira. Se habla, junto al fuego, del deshielo polar, de lo que contaminamos y de todo aquello que los expertos dicen que influye en el cambio climático. También de política y de este siglo XXI en la urbana modernidad, culpable de nuestros males presentes y futuros.
Sin embargo, la expresividad del paisaje pone remedio a todo. Es la refulgente calma que se extiende desde la montaña al mar, siguiendo la ruta de los valles profundos.
Este invierno viene con nieve en la Galicia oriental y en la mediamontaña. Parece normal ¿Verdad? Además, ya sabes… “Año de nieve, año de bienes”.
Xerardo Rodríguez