FELICIDADES, CÁNDIDA -


Ya puestos celebremos con Cándida Parente su cumpleaños, nada menos que el 103. Está rufa porque siempre fue una mujer activa y enérgica; vamos, marimandona, como todas las matriarcas gallegas de su quinta, que no les quedaba otra. Ahora busca compañía en el centro de mayores de Maceda (Ourense) para mantenerse en forma “ainda que a cabeziña non a ten igual, pero polo demais apáñase bastante”, según el criterio de su hija María Isabel. Me encanta felicitar a esta gente que ha traspasado la barrera de los cien. Se merece todo nuestro afecto.

FOROFOS - 


Lo mejor que podemos hacer en la tertulia de los venerables, esta vez, es hablar de futbol. Ojo, digo de futbol, no del Madrid y sus ataques a los árbitros, que están hasta el gorro del presidente, entrenador y jugadores merengues… ¡Que mal perder tienen! Incluso se le está pasando a alguno por la cabeza pedir asilo en otra liga europea, tras la expulsión de Bellingham, el otro día. ¡Que forofos!
Mejor que los madridistas se apunten a la liga de futbolín del renovado bar Futbolín 981, de O Peruleiro, en A Coruña, que ha vuelto por sus fueros con notable éxito. La juegan veteranos y jóvenes que prefieren el juego que inventó Alejandro Finisterre a los grandes partidos televisados de la gran Liga española. A lo mejor, sin árbitro, la ganan.

LÁGRIMAS POR LA PAZ - 


De la Conferencia de Seguridad de Munich me quedo con una frase del primer ministro polaco, Donald Tusk. Escribió en una red social: “Como turista me gusta el lugar. La gente es amable, la cerveza perfecta, las pinacotecas excelentes. Como historiador y político, hoy sólo puedo decir, nunca más Múnich”. ¿Tan mal ve el futuro? Con ejemplares como el vicepresidente yanqui, Vance, haciendo propaganda de la ultraderecha alemana, no me extraña. Ni siquiera que el recinto de la conferencia se llenase de lágrimas como las que le cayeron a su presidente, Christoph Heusgen, tras su discurso de cierre, en el que dijo: “Putin huele a debilidad, solo entiende la fuerza”, para terminar aludiendo a los escasos valores de Vance y sus amigos nazis. Pero yo te pido que no caigas en el pozo, que estos fascistas del nuevo orden no podrán con nosotros porque somos autosuficientes.

Xerardo Rodríguez / In Galicia Única