Yanquis y judíos ya son amigos íntimos. No les bastaba con haberse asociado en el genocidio de Gaza, no; ahora quieren las tierras de los palestinos para convertir los escombros en la “Riviera de Oriente Medio”.
Lo ha dicho el presidente americano y lo ha ratificado el autor de mas de sesenta mil crímenes de guerra. El primero se apropiará del territorio del Estado de Palestina y el segundo dará todo tipo de facilidades a los gazatíes, para que se vayan con sus tradiciones a otra parte y dejen de ser sus vecinos. El bocazas de Trump amenaza con mandarles a sus ejércitos si no se van por las buenas y el puto Netanyahu promete secundar con sus soldados a los americanos.
El gobierno de Israel ha hecho público un comunicado en el que, además de mostrarse de acuerdo y feliz con esta nueva trumpada, manifiesta que “se debe permitir que la gente de Gaza disfrute de la libertad de movimiento y la libertad de inmigrar, como es costumbre en todo el mundo”. ¡Hay que joderse con tanta generosidad!

A todo esto, los demócratas de todo el planeta ponen el grito en el cielo, mientras el secretario general de la ONU manifiesta el flagrante atentado contra los derechos de las personas que supone esta amenaza y ratifica su incondicional apoyo al pueblo palestino. Sin embargo, a las Naciones Unidas le recuerda el embajador israelí que no podrían hacer nada a favor de Palestina porque USA detenta el derecho a veto.
Me imagino que la amenaza de Trump se quedará solo en eso, en amenaza, porque algunos países ya han movido ficha en contra de su proyecto; pero que nadie descarte una intervención directa americana para que los judíos sigan robando su territorio al pueblo palestino.

LAS CUENTAS PERDIDAS EN SUIZA

En los bancos suizos existen 2.600 “cuentas perdidas”, así catalogadas porque nadie ha preguntado por ellas ni han registrado movimientos desde hace décadas. Han sido “abandonadas”, las preguntas sobre ellas no suelen tener respuesta y nadie reclama su propiedad; aunque cada año, Marco Franchetti Ombudsman, que desempeña el papel de “defensor del cliente”, consigue “encontrar dueño” a unas 30 cuentas con dinero y cajas de caudales, en las que se encuentran joyas, obras de arte y hasta objetos de valor meramente personal.
Te hablo de unos 41 millones de euros de cuyos dueños nada se sabe desde hace mucho tiempo y de no aparecer sus herederos pasarán a las arcas del estado suizo. De todos ellos hay dieciséis españoles identificados: el marido de una alcaldesa que fue de Bilbao, otros dos vascos, dos gallegos, ocho catalanes, un madrileño, un andaluz y un asturiano.
Si tú crees que alguno de tus ancestros pudo haberte dejado una cuenta en Suiza ya es tiempo de que la reclames, pero ten en cuenta que no te entregarán los valores y el dinero tan fácilmente: tendrás que demostrar, mediante testamento, que eres el heredero.

XERARDO RODRÍGUEZ