
Llegó a mi valle la primavera anticipada para que florezcan las pavías y los pájaros cantores se animen a entonar su sinfonía de cada amanecer; así que me importa un bledo lo que diga Martín Barreiro y demás meteorólogos de la villa y corte, que últimamente, con tanto tren de borrascas, no dan una. El sol radiante atravesó deslumbrante mi ventana y aquí me tienes esta mañana disfrutando del parque central de la City, pensando en los biosbardos y tapándome los oídos y los ojos para no oír ni ver lo que está pasando en este mundo de trumposos e hijos de Putin. Te digo. Me he propuesto pasar de las malas noticias y quedarme solo con aquellas que nos hacen felices porque nos transmiten los pocos valores que resisten a las amenazas de los nuevos caciques y oligarcas. Así que apagaré la tele, pondré la FM musical como en los viejos tiempos y me olvidaré del periodismo de mal agüero. ¿Estás conmigo?
XERARDO RODRÍGUEZ