
Hoy domingo, dice mi compañera, debiera descansar de todos mis deberes para contigo. Lo que no sabe que, para mí, tu compañía, es mi mejor reposo. Sigo aquel lema libertario de los años sesenta, inventado por el grupo español Los Canarios: “libera tu mente, libera tu gente”. Supongo que un soplo de libertad informativa nos viene bien a todos en este tiempo de la postverdad, esa que inventó con sus declaraciones judiciales Mariano Rajoy. No sé, no sé, pero veo demasiadas líneas editoriales coincidentes, en las que se tilda de comunistas a los progres que nos gobiernan en coalición, como si fueran demonios con cuernos y rabo. Si el comunismo es luchar por ese estado de bienestar que aún no tenemos al alcance por el abuso de los poderosos, pues yo, oye, yo también soy comunista; y supongo que también lo son todas las personas de buena voluntad, las que persiguen ventura para cuantos habitamos este planeta y no solo para esos pocos que pretenden gobernar el mundo.

En todo esto iba pensando por el parque central cuando me abordó un joven que se presentó así:
— Buenos días, soy Gus, hijo de Lemmy. Bueno, de su música.
— ¿De Lemmy Kilmister?
— Sí, del mismo. También soy su asiduo lector y me encantan sus crónicas.
Mucho le agradecí a Gus que me colocase, en sus preferencias, a la altura del líder de Motörhead y me dije para mis adentros que el heavy es la gran reserva de lo que ya mi tío Aníbal definía como música ligera para diferenciarla de los clásicos de su hermana Raida, mi madre. Eso tranquiliza mi histeria contra estos ritmos importados de ahora. No los soporto, porque su contenido huye de la mínima norma que exige la creatividad de un músico. ¿Os habéis parado a pensar que esa no es vuestra cultura sino más bien la que os imponen?
Al llegar a casa, esta vez, me he reencontrado con el puro rock de “Heredeiros da Crus” y me olvidé del resto durante una hora. ¡Que buenos que son y como me divierten!
LOS NIETOS DEL ÉXODO AUMENTARÁN EL CENSO ELECTORAL

Los nietos de aquel éxodo ya pueden obtener el pasaporte español gracias a la Ley de Memoria Democrática. Hasta el momento han obtenido la nacionalidad alrededor de 200.000, pero según la previsión de los consulados en Argentina y Cuba las solicitudes alcanzarán la cifra de dos millones y medio de nuevos españoles. De ellos, antes del 2030, más de un millón se vendrán a vivir al país de sus orígenes, pero todos podrán votar tanto en las elecciones generales como en las autonómicas, residan dónde residan. El plazo para que los nietos de la emigración y el exilio puedan demostrar sus vínculos familiares con España expira el 21 de octubre de este año.
XERARDO RODRÍGUEZ