CUANDO AMANECE A 28 GRADOS


Cuando resulta que amaneces a 28 grados lo mejor es prolongar tu paisaje hasta llegar a ese oasis de agua atlántica que cura los males del alma y cauteriza las heridas del cuerpo. Es gratis y el salitre se te pone en la piel cuando el mar rompe los colores de la playa, para que el sol no te queme.

Descansa, mi gente, que lo tienes merecido. Vive las sensaciones que te proporciona la generosa grandiosidad del mar de las meigas.

Además, ya es julio y ya está aquí la primera tanda importante de turistas. ¡Ah! Por estas nubes ni te preocupes que pronto se van.

XERARDO RODRÍGUEZ
Foto : Galicia Única