EL ATAQUE DE LOS VAMPIROS…

Anoche tuve un sueño espeluznante, de esos que, cuando despiertas, enciendes la luz buscando murciélagos en la habitación… Estaba en la gasolinera de Los Ángeles, que en realidad es la de Bertamiráns… Una mujer hermosísima, vestida con una túnica que marcaba sus formas y que coronaba su cabeza con una diadema de oro sujetándole el pelo, era quien atendía mi petición…

— ¡Lleno, por favor!

— Diesel normal, ¿Verdad?

— Sí, gracias…

Me recostaba entonces en mi asiento mientras el coche se llenaba de murciélagos. Todos me mordían y succionaban mi sangre. Uno, que se parecía mucho al mismísimo Montoro, la mezclaba luego en el depósito con el gasoil “normal”…

— ¡Conducirás con tu propia sangre! –me pareció entenderle al murciélago jefe, que era el que daba las órdenes.

Cuando mandó retirada… mis ojos se fijaron en el recibo que me entregaba aquella mujer, vestida con mono un poco ajustado y de melena que ataba por detrás con una goma de esas de oficina…

— Son 86’36 euros, por favor.

Miré en el móvil el calendario por si había regresado al futuro, pero no, estábamos a jueves, 9 de octubre del año 2025

Entonces recordé que, hace cinco años, por estas mismas fechasla misma cantidad de gasoil me costaba solo 49’80 euros…

La chica del mono ajustado, al despedirse, me dijo…

— Se lo que estás pensando, pero entonces Rajoy aún no estaba en La Moncloa…

Ya en la ducha me quedé con la duda de si lo de los murciélagos había ocurrido en la realidad… o era la simple representación de un consejo de ministros cuyas imágenes vi en el Telediario. Al volver a mi realidad, me quedé con la copla:

— Pero ahora gobiernan los socialistas y los precios siguen disparándose…

Y me quedé con la sentencia de mi amigo Casasnovas, que es del PP pero siempre dice, como buen ribadaviense:

— Tan bó e Xan coma Perillán.

DOS MANERAS DE VIVIR

Castro de Saceda – Cualedro

Imagínate que, un suponer, tu vives en Teo-A Coruña y un amigo tuyo en Cualedro-Ourense. Los dos vivís en Galicia, en zona rural, pero vuestras vidas transcurren de forma muy diferente. Verás.

Teo despierta temprano. Cualedro no antes de las nueve.  En Teo los niños van en autobús al colegio. En Cualedro lo hacen a pie, porque tienen al lado las aulas. La gente de Teo trabaja en la ciudad. La de Cualedro, en su mayor parte, en el campo o en pequeños negocios familiares.  Teo tiene más de veinte mil habitantes. Cualedro unos mil. Teo es bullicio de proximidad. Cualedro es un canto de pájaro. ¿Dónde se vive mejor?

Ponte Medieval en Teo.

Hay, en la Galicia del siglo XXI, dos maneras de vivir. Y según le preguntes a unos y a otros, las dos son el fiel reflejo del estado de bienestar que disfrutamos. Porque Teo y Cualedro, a pesar de la distancia y de las diferencias, tienen un denominador común: la belleza de sus espacios naturales y de sus aldeas, que conservan aún el olor a la tierra cultivada. Eso sí, son dos poblaciones rurales, pero distintas.

Xerardo Rodríguez