GRACIAS POR ACOMPAÑARME

He recibido una llamada de un viejo colega, tan viejo como yo; era un periodista de raza sin embargo se ha cansado de escribir y de contar las historias que pasan en estos días. Dice que…

—- Me dedico a descansar, que me lo tengo merecido.

—- ¿Y qué haces?

—- Nada. Pocas cosas, pero nunca tuve tiempo para hacerlas.

—- Por ejemplo…

—- Pintar un cuadro.

—- Ya.

Total, que mi primo hace lo mismo que yo que no se pintar. Me conservo activo gracias a lo único que sé hacer y él también. Lo importante, cuando estás atravesando el invierno de la vida en medio de la borrasca, es no quedarte sentado. Por eso me asomo a esta ventana, todos los días y te cuento que pasa. Si estás aún ahí, gracias por acompañarme.

Por cierto, hoy es el Día de la Constitución… ¡Hay que reformarla ya! 

XERARDO RODRÍGUEZ