No era la mejor hora (16:00) para una misa solemne de funeral de cuerpo presente... Pero desde media hora antes, la moderna y amplia iglesia bracarense de "São José de Lázaro" como popularmente dicen a la que en realidad es "Paróquia de São José de São Lázaro" estaba ya llena... Llegada la hora del oficio religioso resultaría materialmente insuficiente, quedándose numerosa gente en la calle, a la espera de que la misa finalizase. Y es que todos querían decir, de un modo u otro, no adiós, sino hasta siempre, a Melinha, santo y seña de la afición del Sporting de Braga, fallecida el Lunes Santo, tras meses de convalecencia después del accidente vascular que había sufrido algún tiempo atrás.

Ya ayer, en RBTRIBUNA hablábamos de las virtudes que adornaban a esta gran señora, además de su incomparable condición de adepta y socia del Braga que no se perdía ni uno solo de sus partidos, hiciese bueno, malo, fuese en casa, fuera, en Europa incluso... (ver aquí).

Se esperaba esta despedida que hoy ha tenido en Braga, Melinha, dona Amélia Morais, cuya muerte deja un vacío inmenso en la masa asociativa y de fieles seguidores del Sporting Clube de Braga. Y aunque es cierto que muchos(as) no han podido estar presentes -por razones obvias-, no lo es menos que quienes en "São José de Lázaro" estuvieron -y fueron una marea humana- eran absolutamente representativos de lo que es la afición del Braga : pudientes y menos pudientes, altos y bajos, jóvenes y bien entrados en años, hombres y mujeres... un gentío entristecido, con lágrimas en muchas de las miradas medio enmascaradas por la protección anti-covid, con dolor y rabia contenida, porque Melinha era para todos(as) una adalid de esa afición arsenalista, tan especial, ten sentimental, tan insuperable... 

"No seremos muchos en nuestra masa de incondicionales del Braga, pero en amor al club nadie nos gana. Y tenemos algo muy especial : jamás fuimos adeptos de las victorias; por eso, cuando el éxito nos ha llegado, hemos sabido ganar; saber ganar y saber perder es algo muy importante...", nos dijo un día Melinha, poco después de ganar en Coimbra el Braga una Taça da Liga al F. C. Porto.

Este Martes Santo, Amélia Morais, Melinha, partió para su último viaje camino de la Eternidad. Ella, que tantos viajes, por aire y tierra había hecho siguiendo al Braga, nunca llevó consigo tantos símbolos, tantas bufandas con emblemas del Braga y de sus colectivos, como hoy la acompañaban rodeando su féretro, en su trayecto final, desde su entrañable parroquia de "São José de Lázaro" -como ella decía- hasta el Tanatorio-Crematorio de Braga. El coche de la funeraria "Santo Adrião", recordaba también -con su nombre- la línea "5" de los TUB (Transportes Urbanos de Braga) que une la Quinta de Santo Adrião con el Dume (barrio donde está instalado el estadio del Sporting de Braga). Melinha utilizaba -en unión de una inseparable amiga- muchas veces el autobús de la "línea 5" que tomaba a su paso por la Avenida Central bracarense, para trasladarse los días del fútbol al estadio de "A Pedreira"...

Fue un funeral de cuerpo presente muy emotivo, una misa cantada excepcional, unas palabras a cargo del oficiante, D. Jorge Ortiga, altamente sensibles que denotaban preocupación por consolar a la familia, pero también a aquel gentío que el arzobispo emérito de Braga tenía delante de sus ojos... por momentos habría creído que estaba oficiando ante las bancadas del estadio arsenalista... Quien más, quien menos, portaba una bufanda, una bandera, un distintivo, una simple insignia, un pañuelo... -o vestía cualquier prenda- con el emblema del Braga. Había en el ambiente un sentimiento en todos(as) como si les hubiesen arrancado un trozo de su cuerpo, de ese cuerpo único, ese todo colectivo que es la masa social, la masa de adeptos(as) enfervorizados del Sporting Clube de Braga, sin duda ninguna lo mejorcito que el club tiene...

Fuera, en las puertas de esta bella, amplia, moderna pero hoy insuficiente iglesia del centro de Braga (situada a dos pasos de la Avenida da Liberdade) se acumulaban con el paso de los minutos más y más gentes, todos también denotando la condición general de los presentes : ser del Braga...

Cuando el féretro salió de la iglesia, por la puerta central, aquel enorme gentío que se agolpaba profirió en gritos y sobre todo en una cerradísima ovación... a medida que avanzaba el cajón mortuorio delante del cual iba una familiar de la fallecida, portando un retrato grande de Melinha... Fue cuando se pudo escuchar... gritos espontáneos y respuestas espontáneas a coro :

--- Eterna, Melinha!

--- Sempre! (a coro)

--- Melinha nossa...!

--- Sempre! (a coro otra vez)

Para entonces, el gran furgón fúnebre ya estaba abarrotado de flores, por dentro y por fuera, sin apenas sitio para introducir el féretro. Las "Guerreiras", los grupos de las claques habituales : "Brácara Legión" y "Red Boys"... para entonces ya habían tomado posiciones cercanas al coche funerario.

Costó no poco a los empleados de la funeraria introducir el féretro con los restos mortales de Melinha en el furgón al efecto. No pocas personas de toda condición querían acercarse a la zona trasera del vehículo para lanzar claveles, rosas, o simples flores rojas y blancas sobre el cajón fúnebre que transportaba el cadáver. Fue entonces cuando alguien encendió una "tocha"... luego siguieron otras, muchas, la plaza delante de la iglesia se llenó de humo, blanco y rojo, rojo y blanco... y en ese momento, alguien empezó a cantar...

---"Foi no ano 21 que o meu Braga nasceu
     Mas a força bracarense
     estudou e ele cresceu..."


Inmediatamente todo aquel inmenso gentío siguió y acompañó al que había iniciado... el himno del Braga. Cuando se llegó a la estrofa final...
"Braga, Braga, Braga, Vamos para a frente
Braga, Braga, Braga, olha a tua gente
Braga, Braga, Braga, és a nossa glória
Braga, Braga, Braga, Vamos para a vitória..."
muchos(as) no pudieron contener las lágrimas. La emoción profunda cortaba el ambiente.
Todavía hubo tiempo para que los Brácara Legión y Red Boys entonasen una de las canciones de apoyo al equipo que más gustaban a Melinha... mientras el furgón de la "funeraria Santo Adrião" trataba de abrirse paso entre la multitud a marchas forzadas...

En teoría Melinha iba ahí, sus restos mortales, en el camino de su último viaje. Pero la realidad era que Melinha, su alma, ya había partido antes, en la Segunda-Feira, cuando murió su cuerpo. El alma de Melinha ya había ido directamente desde el corazón de la ciudad que tanto amaba, directamente a las bancadas del estadio del cielo... Al llegar a la puerta, no le pidieron certificado covid, le recibió y le preguntó alguien parecido a San Lázaro :

--- ¿Tiene usted algún pecado gordo encima...?
--- Bueno, no era capaz de vivir, si no era pensando a todas horas en el Sporting de Braga...
--- Eso no es pecado dona Amélia, eso es una bendita locura... Puede usted pasar, tome asiento en aquella bancada que yo le indico y ya podrá estar esta quinta-feira, en espíritu, con su equipo del alma en Glasgow... Bom jogo, Melinha!.

Texto y fotos de EUGÉNIO EIROA

"....Había en el ambiente un sentimiento en todos(as) como si les hubiesen arrancado un trozo de su cuerpo, de ese cuerpo único, ese todo colectivo que es la masa social, la masa de adeptos(as) enfervorizados del Sporting Club de Braga, sin duda ninguna lo mejorcito que el club tiene..."
A la entrada de la iglesia...

En el exterior de la iglesia...

La única zona de la iglesia donde de podía asomar la cabeza...

Completamente abarrotada la amplia iglesia de São José de São Lázaro, en Braga

Comienza a salir público de la iglesia...

Caras de abatimiento en los presentes...

Coche fúnebre con varias coronas de los colectivos de adeptos del Braga...

Las "Guerreiras" marcando presencia en primera fila...

Mucha expectación ante la salida del féretro...

Incansable el gentío presente tras la larga misa...

Melinha era motivo de conversación en todos los casos entre los presentes...

Abren espacio para la salida del féretro...

Sacristán, sacerdote y... tras ellos el féretro

Una familiar porta un gran retrato de Melinha...

Empleados de la funeraria y familiares portan el féretro a la salida de la iglesia...

Envuelto el féretro en símbolos del Braga y con dos rosas : una blanca y otra roja...

Introducción del féretro en el coche fúnebre...

Desfile de adeptos del Braga tratando de introducir flores simbólicas en cada caso....

Quien más, quien menos, usó su telemóvel para tomar un recuerdo gráfico...

Alguien gritó : Eterna, Melinha! y a coro le contestaron : sempre!.

Comienzan a encenderse las antorchas con los colores del Braga...






El gran gentío canta el himno del Sporting Clube de Braga...


Vivas a Melinha en el momento de cerrarse el portón trasero del coche funerario

El vehículo fúnebre con serios problemas para avanzar...



Finalmente, arranca el vehículo para el último viaje de Melinha...