1-4. El Benfica dio un repaso en toda regla al FC Porto anoche. Tras la vergüenza de una segunda parte desastrosa, el presidente portista, André Vilas Boas, envió "castigados" al entrenador y jugadores blanquiazules, a meditar, recluyéndolos en un hotel en las afueras de Porto. De allí, este lunes, los recluidos irán directos a los campos de entrenamiento y... a entrenar. Porto tiene ahora en riesgo el tercer lugar de la tabla, si el Braga fuese capaz de empatar o ganar esta noche, en el estadio de Alvalade frente al Sporting lisboeta.