Hay un tipo de herencias que se llaman jurídicamente intestadas. Son aquellas de las que no hay testamento ni existen herederos conocidos. Esto es lo que motiva que la administración abra un proceso muy complejo, ya que es la beneficiaria única de los que fallecen sin deudos ni se han molestado en testamentar.
La Consellería de Facenda de la Xunta nos ha contado que, desde el año 2010, ha recibido 17 herencias, de las cuales solo ha podido cobrar seis. Entre todas ha ingresado casi doscientos mil euros, pero aún faltan otras once por tramitar.
Imagino que estas herencias intestadas, tal y como somos los gallegos que nos peleamos por una leiriña, son pequeños capitales de la gente que muere en la soledad más absoluta y a la que importa un grelo lo que pase aquí después de su muerte.
De todas formas, estaría bien que la Xunta dedicase esas herencias a beneficiar a los que realmente responden a la condición de necesitados, cosa que actualmente no ocurre.

XERARDO RODRÍGUEZ