Ahora que vuelve el frío y el mal tiempo : "Paisajes de A Limia" (por Xerardo Rodríguez)

Texto : Xerardo RODRÍGUEZ. Fotos : GALICIA ÚNICA
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Esta vez, mi gente, busco para ti el espacio libre del oriente ourensano donde afloran los vestigios de las viejas civilizaciones. Juntos, si te apetece, visitaremos los lugares magníficos que preside la Gran Sierra donde nace el agua de la vida, la mensajera fiel, transparente y cristalina del manantial. La saludable y amorosa compañera que calma nuestra sed. Nuestra amiga-amante que nos ayuda a atravesar el tiempo en el espacio termal. El agua peregrina de esos ríos que hacen reverdecer cada valle…

Emergen hoy los recuerdos adolescentes que transcurren en la libertad del más profundo de los silencios, en la montaña que aún me cautiva… como cuando todo este paisaje estaba lleno de soledad. Ha vuelto el invierno a la sierra de las nieves, la de Queixa-San Mamede; y el infinito verde de sus laderas se volvió blanco otra vez, brillante y luminoso.  También cae la nieve sobre los tejados de la aldea, para que reviva el cuento que de niños nos contaban.

El blanco-nieve crea esta especial atmósfera de quietud y aporta a la montaña su faz más dulce. Esta es la belleza en puro estado salvaje. En este trayecto, entre el blanco de la cumbre y el verde de los valles, hay lugares transparentes…

Un paisaje de río y de aldea pequeña… De agua embalsada y de ermita vieja… De histórico campamento guerrero y de cristiano campamento de paz… De villa y de pazo… 

Precisamos, mi amigo, el tranquilo paso de un caminante perdido en el tiempo, para proclamar la belleza de la tierra que esta vez respiramos. Así construiremos nuestras pirámides de luz en la profundidad del paisaje.

VILAR DE BARRIO

La sierra santa lo preside todo. El Arnoia crea el valle. Y las tierras cultivadas, con la patata como producto estrella, invaden la tierra llana. Así se organiza el territorio de Vilar de Barrio.

La historia se escribe con brevedad, pero debió de ser intensa: por la presencia romana y porque el Camino de Santiago atravesó este territorio como vía cultural en el Medioevo. Quedan huellas en los restos del castro de Bóveda, en las lápidas funerarias de Padreda, y en el puente de Arnuide.

En la Edad Media, mandaba aquí el señorío de las grandes casas, de las que aún hay huellas; y la Iglesia, como indican bellas muestras de la arquitectura románica religiosa.

Si es interesante este patrimonio monumental, el paisaje es el principal valor de Vilar de Barrio: sus espacios naturales de montaña, de valle y de río suponen motivo suficiente para la visita.

Desde Ourense se llega por autovía en apenas veinte minutos.

SARREAUS

La montaña o el valle. Cualquiera de sus dos límites te ofrecen un paisaje de gran interés ecológico. La montaña es la de la Sierra Santa y el Valle es el que fertiliza el Limia, que nace en el monte Talariño.

Sarreaus es pueblo límico poblado ya en el Neolítico final como demuestran los hallazgos de flechas de silex tallado, en el yacimiento del Roufeiro, en el que también se extrajeron piezas de la Edad de Bronce inicial.

La gran capital de los Límicos se ubicó en el monte do Viso, en Nocelo da Pena. Conquistada por los romanos, se convirtió en la famosa «Civitas Limicorum», eje de la actividad de toda la comarca.

Hay un templo, el de Codesedo, románico, de gran alzada, que te recordará al de Portomarín. Perteneció a la Encomienda de Barra y en su interior encontraremos un hermosos Cristo gótico. La Iglesia de Cortegada da Limia es más antigua, del siglo XII pero solo conserva la portada románica.

En Sarreaus, además hay que subir a la Pena do Arangaño para curarnos de todo mal; sentarnos en las riberas de la Laguna de Antela que queremos recuperar para perdernos en el cielo siguiendo el vuelo de las aves.

Será muy curioso para ti conocer una granja de gallinas ponedoras con 35.000 aves.

TRASMIRAS

Entre el alto de Estivadas y la llanura de A Limia Trasmiras es tierra fértil, agrícola y ganadera.  Conservan sus parroquias y lugares el encanto del pasado escrito en las piedras de sus pequeñas pero pintorescas casas.  Sus aldeas parecen surgir de un cuento feliz.

Quienes gusten de la etnografía pueden admirar el cruceiro de Abavides y en los interesados en la arquitectura religiosa han de detenerse en la románica iglesia de Vilar de Lebres.  

Trasmiras formó parte del Forum Limicorum y aún mantiene erguida la Torre defensiva del Castillo de Monterrei, de cuya jurisdicción dependía, a excepción hecha de la parroquia de Abavides, que pertenecía al Condado de Lemos.

Yo encontré el principal motivo para visitar Trasmiras en la zona de «O Ribeiro», en Vilaseca, que dispone de un camping con una superficie de 4 hectáreas, piscinas, pistas polideportivas  e incluso un estupendo aeródromo para ultraligeros. Pero si sigues los senderos de A Ribeira, llegarás a las más hermosas carballeiras.

Te recomiendo especialmente una visita a los espacios naturales protegidos de «Veigas de A Limia» y «Ponte Liñares».

OS BLANCOS

Os Blancos tiene poca historia y toda relacionada con el Castillo de Monterrei, cuyo poder llegaba hasta el Portugal vecino. No esperes encontrarte un numeroso patrimonio monumental, pero es el lugar ideal para pasar un tiempo tranquilo si te apasiona la naturaleza.

Desde la tierra llana de sus pueblos busca las primeras montañas que quieren encaramarse ya a la sierra del Xurés… O Cebreiro, A Fonte do Lobo y Axorita son el techo de este municipio, en el que nace y crece el Eiroa, uno de los afluentes del Limia.

La perfección del entorno natural lo encontraremos en los Penedos da Raiña y sus pueblos más bellos son Breixo y Ouvigo.

BALTAR

Los ríos marcan aquí los límites y el Salas no iba a ser la excepción. Parte de la sierra de Larouco en busca del Limia, creando espacios de gran belleza, sobre todo en el Valle al que cede su nombre.

En él está Baltar, que es la parroquia más importante de este pequeño municipio habitado por los límicos galaicos, conquistado por los bárbaros, explotado por los romanos y en el que, según la tradición, se libraron cruentas batallas entre moros y cristianos.

Los castros son ahora los outeiros do Castro y do Demo. En Veiga aparecen restos de una explotación aurífera romana, de ahí su nombre: Campo de Ourique.

Dice la leyenda que en las proximidades de este campo, hay una zona completamente estéril, esterilidad causada por la sangre derramada en una cruenta batalla que allí tuvo lugar, en la que el rey de Portugal aniquiló a los moros invasores…

Y aquí se encuentra Tosende, lugar al que se conoce como el Couto Mixto, que fue una especie de Andorra entre España y Portugal.

A Tosende se le eximía por uno y otro Estados de pagar impuestos y a sus mozos de prestar servicio militar, ya que se hallaba en zona mixta; es decir, que no pertenecía ni a unos ni a otros… Y así fue hasta 1896, en el que este privilegio fue abolido por las tropas invasoras, que en este caso eran las francesas…

El Couto Mixto se extendía a otras parroquias de Baltar y del vecino municipio de Calvos de Randín: Rubiás, Santiago y Meaus gozaban de los mismos privilegios.

Tiene este municipio de Baltar hermosas aldeas, pequeños pueblos, en los que abundan los elementos etnográficos de valor popular, como los restos de los hornos comunales, muiños, lavaderos, fuentes y cruceiros. Y como en toda Galicia, volvemos a reencontrarnos con una interesante muestra de la arquitectura religiosa, en este caso con el barroco gallego de Santa María de Vilamaior.

Yo te recomiendo especialmente que tomes los senderos que conducen a las ribeiras de los ríos, a las fragas y soutos, y a la montaña de Larouco, para disfrutar plenamente de los espacios naturales más bellos que puedas imaginar…

Esta es la antesala del Xurés.

CALVOS DE RANDÍN

Este es un territorio de inviernos de nieve y frío, pero de calores veraniegos. De primaveras floridas y de otoños multicromáticos. Entre sus dos mil habitantes aún queda algún viejo romántico contrabandista de los de antes de la guerra, que habitó con sus privilegios en el Couto Mixto. Y hay también quien volvió a respirar el aire de la sierra tras años de ausencia en la emigración. Que esa fue la constante en tiempos pasados.  Hoy son ganaderos, los más, con una cabaña poco numerosa, pero de gran calidad. Y los más jóvenes van al próximo Xinzo y a los más cercanos centros urbanos en busca del trabajo industrial, que sí lo hay, que esto no es como antes.

Hay quien mira al Turismo como un bien de futuro inmediato y algunas experiencias de casas rurales están dando sus frutos. Las relaciones con el Portugal vecino marcaron siempre sus horas, que incluso hubo un tiempo batallas, pero hoy formamos parte de la Europa común y todos somos de la misma sierra… 

Calvos de Randín es, ante todo, tierra fronteriza.

La Villa es coqueta y tiene una hermosa plaza, la del Eirao, con una arquitectura civil de cuento de hadas. Y en todo el territorio podemos descubrir encantadores lugares y aldeas, con abundancia de elementos etnográficos, como los lugares de O Cebreiro y Agioncha, en Feás… Y si nos acercamos a Rubiás dos Mistos podremos admirar una vez más el románico de la Iglesia de Santiago.

Merecerá la pena subir al Castro de Paradela y profundizar el paisaje del Outeiro de Almena, en la parroquia de Randín.

Pero, para disfrutar de Calvos hay que seguir el curso de los ríos. De los pequeños -como el Firbéda y su cascada- y de los medianos como el Salas, que se hace grande cuando sus aguas se aquietan en el embalse del mismo nombre. Y hay que subir a las cumbres más altas, que son las de la Serra da Pena, y las del Parque del Xurés, la reserva de la Biosfera más grande de Europa, que compartimos con Portugal.

Estos días, O Xurés, luce la policromía que le proporcionan el agua, la nieve y las hojas a punto de caer de los árboles.

Xerardo Rodríguez



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