"El Correo Gallego" está en una situación límite, por lo que se supo en los últimos días. Hoy, el Colexio de Xornalistas da cuenta del asunto y difunde una nota sobre la penosa situación a la que ha llegado el diario más que centenario que se edita -aún- en la capital de Galicia.

Duele ver cómo "El Correo" ha llegado a esto. Pero su situación no es ajena a la que viven no pocos diarios, de los que aún quedan en pie. La Prensa impresa (y la otra, la digital también) em general es un mal negocio, en el que solamente invierten algunos en su codicia por sentirse poderosos... Quedan luego, si, algunos empresarios románticos que aguantan como pueden por tradición a conservar... Pero, en general, la tendencia de las nuevas generaciones es a no leer (ni siquiera en Internet, donde ocupan su tiempo en juegos, redes sociales y gaitas); y si no hay lectores, no hay publicidad, y si no hay publicidad no hay dinero con que sostener el edificio...

Ni tenemos elementos de juicio, ni justificamos, ni condenamos, ni defendemos... solo constatamos como muy triste la situación que vive "El Correo Gallego", entre otras cosas porque en el tiempo de nuestra vida profesional activa, hace ya bastantes años, tuvimos una etapa en la que colaboramos diariamente en las páginas de quien no deja de ser un pilar muy importante del Periodismo y de la Prensa en Galicia. Por eso nos duele, ver a dónde ha llegado "El Correo". 

Ojalá que la situación tenga una reconducción válida y que pueda enderezar el rumbo. Sería muy triste que no lo pudiese lograr y que acabase por bajar la persiana. Eso es lo que hay que evitar, por encima de todo.

Edición impresa de este 23 de junio de "El Correo Gallego", portada