Apunte evocativo el que nos trae hoy Xerardo Rodríguez
HIMNOS DE PAZ

Era demasiado temprano para mantener conversaciones de parque y recordé aquel día en que mi tocayo y yo nos refugiamos en las islas Cíes para olvidarnos del partido y jugar a que éramos hippies. Xerardo Moscoso había traído la guitarra para preparar el disco “Acción Galega”, que yo le produciría; pero en vez de las letras de Ramón Cabanillas sonaron en la playa aquellas músicas que se convirtieron en himnos de paz… y como era primavera, los aledaños de Rodas estaban llenos de margaritas y otras flores nacidas libres al pie del lago, frente al mar. Al sol, contemplando el vuelo de cientos de gaviotas, cantamos a dúo las canciones de Donovan, Dylan, Lennon y otros mitos de la época. Cíes era nuestra isla de White.
Hoy dice el periódico que “los arqueólogos se plantean reconstruir la colonia hippie de las Cíes”. Creen interesante, en tiempos convulsos, reconstruir los símbolos de nuestros años 60 y 70. Cuentan que las Cíes estuvieron siempre habitadas y los expertos del Parque Nacional de las Illas Atlánticas apuntan como más brillante al período del campismo libre, cuando se instaló el “campamento hippie” y en torno al fuego sonaba todas las noches “Give peace a chance…”
Dale una oportunidad, baby, experiméntalo, de verdad.
Todo el mundo está hablando de…
Revolución, Inflación, Regulación, Meditación, Naciones Unidas,
¡Felicidades!
Todo lo que estamos diciendo es:
¡Dale una oportunidad a la paz!
Los hippies de aquellos años en los que vestíamos pantalones acampanados y camisas de flores, en aquella experiencia de libertad absoluta, construyeron sus refugios en Cíes y los bautizaron como “de la rata”, “del águila”, “del jabalí” o “de la ostra”. Según los historiadores y arqueólogos, el más importante es el refugio de la Ermitaña por ser de piedra. Había también un “altar druídico”, el más antiguo.
Me alegra que se ponga en valor un movimiento cultural cuyas huellas se esconden actualmente entre la maleza, en su mayor parte. Así algunos podremos recordar nuestros años mozos y otros, los mas jóvenes, podréis seguir una de las muchas pistas de vuestros abuelos hippies.
XERARDO RODRÍGUEZ